miércoles, octubre 09, 2024

RESPETO, AMOR Y GRATITUD POR EL LEGADO DEL MAESTRO ISMAEL


 

Desde el pasado 29 de agosto, en un acto de profundo respeto y gratitud hacia el Maestro Ismael Garzón Triana, se ha dado inicio a una nueva forma de divulgación de su Obra, que busca simplemente honrar su legado sin abolir el derecho de ningún hermano. Es importante destacar que mi interpretación de estas enseñanzas no pretende en ningún momento imponerse como la única válida. Reconozco que cada hermano y hermana en esta comunidad puede poseer una luz y un entendimiento únicos, y que sus propias interpretaciones pueden enriquecer aún más la comprensión colectiva de la Obra del Maestro.

Este proceso no solo consiste en publicarla para darla a conocer, sino en explicarla para permitir que las Leyes Espirituales se integren en nuestra vida cotidiana. Al abordar cada segmento de su Obra, se busca crear un puente entre el conocimiento espiritual y la experiencia personal, reconociendo que cada uno de nosotros está en un camino único de evolución y comprensión.

Es fundamental recordar que el verdadero aprendizaje espiritual trasciende las palabras y conceptos; se manifiesta en nuestra forma de ser y en las decisiones que tomamos en el día a día. Así, al profundizar en la Obra del Maestro, cada lector puede encontrar su propia luz, resonando con los principios que él transmitió, y experimentar una transformación interna que refleje su autenticidad.

Este homenaje también invita a la reflexión sobre la importancia de la comunidad espiritual, donde el respeto y la comprensión mutua nos enriquecen y nos acercan. Al compartir esta maravillosa Enseñanza, nos abrimos a la posibilidad de crecer juntos, respetando las diversas interpretaciones y caminos que cada persona elige seguir. En esta labor, buscamos no solo preservar la esencia del Maestro, sino también cultivar un espacio donde el amor, la paz y la sabiduría puedan florecer, guiando nuestras vidas hacia un propósito más elevado.

Cada uno de nosotros está en un proceso personal de aprendizaje y evolución, y es a través del diálogo y el intercambio de experiencias que podemos profundizar en nuestra comprensión espiritual. Esta diversidad de perspectivas no solo es válida, sino que es esencial para el crecimiento de nuestra hermandad, ya que cada voz aporta un matiz que enriquece el conjunto. 

Al compartir mis reflexiones, lo hago con la intención de abrir un espacio para la introspección y el diálogo, donde cada uno pueda aportar su luz y sabiduría. Juntos, en esta búsqueda de verdad y autenticidad, podemos honrar el legado del Maestro Ismael de una manera que respete y celebre la pluralidad de pensamientos y experiencias en nuestro camino espiritual. Así, cultivamos un ambiente de amor, respeto y aprendizaje mutuo, donde todos podemos avanzar hacia una comprensión más profunda y significativa de su legado, salvaguardando por sobre todas las cosas la autenticidad y el sentir del autor, sin mirar ni aludir a quienes cumplan o no.

Vuestro amigo, hermano y servidor,
-Héctor Fabio Cardona-



martes, octubre 08, 2024

ORACIÓN A LOS GUÍAS O ÁNGELES DE LA GUARDA



Independientemente del entendimiento, la luz, la ignorancia y oscuridad de nuestro espíritu, cada uno tiene el derecho de acuerdo a su libre albedrío, de expresar, de exponer lo que comprende sobre la Leyes Espirituales y sobre esta hermosa Enseñanza del Maestro Ismael Garzón Triana; sin que espíritu alguno pueda llegar a imponer su opinión como la única verdad válida como explicación de la misma.

Por lo tanto, sin ansia de imponer a nadie mis palabras, os comparto respetuosamente mi opinión personal, que dista mucho de la interpretación que el Maestro Ismael dejó de su Obra. Pero mi gratitud y amor por el Maestro y su hermosa Enseñanza, me motivan cada día a estudiar y aventurarme a publicar mis elucidaciones.

La referencia que hacen los Maestros Allan Kardec y León Denis en sus Obras maravillosas, introduce un enfoque específico en el espiritismo, que enfatiza la existencia de Guías Espirituales para cada espíritu. Estas enseñanzas nos indican que todos tenemos un Ángel Guía y Espíritus Benefactores que nos acompaña a lo largo de nuestra vida, proporcionando orientación, apoyo y fortaleza. Esta afirmación nos consuela ante el hecho de que no estamos solos en nuestro camino espiritual y que siempre hay una ayuda presente y disponible, incluso si no siempre es visible. 

Esta hermosa Oración del Maestro Ismael Garzón Triana, en la que se reconoce la existencia de Espíritus que actúan como intermediarios entre lo humano y lo Divino, y donde se menciona a los Ángeles y Arcángeles mensajeros de Dios, puros como el cristal invisible, quienes, por su gran amor a la humanidad y la moral de sus espíritus, se han hecho merecedores de portar y transmitir la Luz del Padre Supremo a sus hermanos; es decir, su conocimiento. Y como espíritus benefactores, nos ayudan en el trasegar de nuestras distintas cruzadas como espíritus encarnados.

Este inicio establece claramente la intención e importancia de la Oración: evocar a los Espíritus que son reconocidos como protectores y guías. Al dirigirse a los Ángeles y Arcángeles, el espíritu encarnado no solo busca asistencia, también reconoce su papel como Mensajeros de aquella Majestad Divina, quienes están siempre en disposición para ofrecer apoyo y orientación a la humanidad en nombre de Dios.

La referencia a los Mensajeros, enfatiza la función activa de estos espíritus hermanos en la vida espiritual del que tiene fe. Al ser considerados como enviados o Mensajeros del Padre Supremo y de nuestra Divina Madre, se establece una relación, una conexión directa entre lo humano y lo Divino. Este reconocimiento admite que hay una Fuerza Suprema que se manifiesta a través de ellos, y que su propósito es transmitir amor y protección. Esto no solo resalta su importancia, sino que además refuerza nuestra fe y confianza al sentirnos siempre rodeados y protegidos por ellos.

A LOS ÁNGELES, ARCÁNGELES Y DEMÁS GUÍAS DEL BIEN DE MI PADRE ME DIRIJO

Esta apertura es un llamado directo a los Espíritus Benefactores, resaltando la importancia de los Ángeles y Arcángeles como Protectores y Guías, tanto en la vida espiritual como en la corporal. Al incluir –y demás guías del bien de mi Padre- se amplía el espectro de apoyo espiritual, reconociendo que hay una miríada de espíritus que actúan en beneficio de toda la humanidad. Este reconocimiento crea un sentido de comunidad espiritual, donde diferentes fuerzas se unen en un propósito común: el bienestar y la evolución de cada uno de sus hermanos.

PORQUE MENSAJEROS DE MI PADRE Y DE MI DIVINA MADRE

Aquí se reafirma la función esencial de los Mensajeros de Dios. Al mencionar al Padre Supremo y la Divina Madre, se establece una conexión con lo Divino que es tanto paternal como maternal. Esto sugiere un enfoque equilibrado, armonioso y amoroso de las Leyes que rigen el Mundo Espiritual. Al considerarlos como Mensajeros, se enfatiza que traen mensajes de amor y sabiduría, guiándonos hacia un camino de luz y verdad.

TRAEN EL MENSAJE DE AMOR Y PROTECCIÓN A TODOS TUS HIJOS

Esta frase contiene la esencia de la función de los Ángeles y Guías, portadores de Luz, de amor y protección. La seguridad en que este mensaje es para todos los hijos del Padre Supremo, subraya un sentido de inclusión y universalidad. No se limita a unos pocos, sino que se extiende a toda la humanidad. Este enfoque en el amor y la protección resuena profundamente con el anhelo humano de sentirse respaldado y protegido en el viaje de la vida. Al hablar de amor, se menciona una fuerza poderosa que trasciende el tiempo y el espacio, ofreciendo consuelo y esperanza a los extraviados.

Este párrafo es una invocación profunda, poderosa, y además reverente a los Ángeles y Guías. Al reconocerlos como Mensajeros del Padre y de la Divina Madre, se establece un vínculo directo con lo Divino, enfatizando su papel como Protectores y portadores de Amor. La afirmación de que su mensaje es para todos sin excepción alguna, nos alienta, nos da fe y esperanza de seguir adelante, al saber que a pesar de nuestras faltas cometidas no hemos sido desheredados del amor ni de la misericordia del Padre Supremo, y que, por el contrario, todos somos merecedores de amor y protección. Este clamor de ayuda espiritual crea un espacio de apertura y conexión, donde el espíritu encarnado puede encontrar consuelo y apoyo en su camino.

Este reconocimiento genera, además, un sentido de esperanza al ser aceptados como parte de un Plan Divino; más, cuando siempre podemos recurrir a la protección espiritual. El amor es una energía transformadora que, al ser recibida, puede guiarnos y sostenernos en nuestras luchas.

La invocación de -amor y protección- enfatiza que los Ángeles son portadores de mensajes que transmiten Amor Divino, y que brindan asistencia a quienes los buscan. Esta enseñanza promueve la fe en la ayuda de Dios, especialmente en momentos de dificultad, aflicción o sufrimiento.

YO, HUMILDE SERVIDOR Y PEQUEÑA CRIATURA

La expresión de -humilde servidor- transmite una profunda actitud de respeto y veneración hacia Dios infinitamente Poderoso y Justo.

La humildad es una virtud fundamental en el camino espiritual; reconoce nuestras limitaciones y nos coloca en un estado de apertura para aprender y recibir. Al identificarse como -pequeña criatura-, el Maestro Ismael reafirma el conocimiento de las Leyes Espirituales y su lugar en el vasto Universo. Este reconocimiento no es un signo de debilidad ni de falsa modestia, sino de una poderosa e íntima conexión con Dios. Este discernimiento es fundamental en las Leyes Espirituales, ya que se entiende que el verdadero crecimiento espiritual comienza con la humildad y el reconocimiento de la grandeza de Dios y del Universo.

RINDO ESTE HOMENAJE A LAS FUERZAS SUPREMAS Y DIVINAS

La acción de rendir homenaje implica un acto de devoción y reconocimiento. Al hacerlo se establece un puente entre la materia y el Espíritu, entre lo humano y lo Divino. Este homenaje no solo es una forma de expresar gratitud, sino también un reconocimiento de aquellas Fuerzas Radiantes que guían y protegen a la humanidad. En el Espiritismo, rendir homenaje, es una forma de abrir el corazón, de entregarse a la luz que nos guía, y de acogerse al conocimiento que nos ayuda a trascender, que nos acompaña y orienta hacia el Camino Recto.

Estas respetables Entidades Espirituales a las que se refiere el autor en su maravillosa Enseñanza, son vistas y reconocidas como poderosas y benevolentes, responsables del orden y la armonía en el Universo. Las Fuerzas Supremas evocan una sensación de grandeza y majestuosidad, recordándonos que, a pesar de nuestras luchas y desafíos, hay una fuerza universal que actúa siempre en favor de nuestro crecimiento y bienestar. Al referirse a ellas como Divinas, se resalta su Naturaleza Indulgente y amorosa, invitándonos a confiar en su guía y protección.

Este párrafo, al unirse en un acto de humildad y devoción, nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con aquellas Fuerzas. Nos recuerda que, aunque somos pequeños en comparación con la vastedad del Universo, cada uno de nosotros tiene un lugar valioso en la creación. Al rendir homenaje a estas entidades nuestros verdaderos hermanos, expresamos nuestro anhelo de conexión, amor y protección, abriendo nuestro corazón para recibir la sabiduría y la luz que nos ofrecen. En este acto de entrega encontramos consuelo, y la certeza de que nunca estamos solos en nuestro viaje de evolución espiritual.

YO TENGO LA FE HACIA MI PADRE Y A MI DIVIA MADRE

La mención del Padre Supremo y la Divina Madre, hace eco de una relación con lo Divino. La figura de la madre representa la protección, la devoción y el amor incondicional. Por ello, Dios Todopoderoso Infinitamente Justo, ha asignado por su infinita capacidad de amar a sus hermanos, el rol de Madre Universal a aquel Espíritu Radiante y Puro, hermano de nuestro Espíritu, conocido como la Divina Madre. Este equilibrio entre lo masculino y lo femenino refleja un enfoque integral de la espiritualidad, donde ambos aspectos son importantes para el bienestar integral del alma.

Esta afirmación expresa una conexión personal y profunda con Dios. La fe es un pilar fundamental en el Espiritismo; representa confianza y entrega en algo más grande que nosotros mismos. Al mencionar al Padre y a la Divina Madre, se establece un equilibrio entre las energías masculinas y femeninas de lo sagrado, simbolizando el amor, la protección y la guía que representan. Esta relación no solo es una búsqueda de apoyo espiritual, sino también una invitación a experimentar el amor incondicional que emana de estas figuras Divinas, y transmitirlas a nuestros hermanos.

PORTADORES DE LA LUZ Y LA FE

Aquí se hace referencia a los Ángeles, Guías Espirituales, y Espíritus Benefactores como portadores de la Luz del Padre Supremo y la fe. La luz simboliza la verdad, la claridad y la iluminación espiritual; mientras que la fe es el vínculo que nos une a Dios, que no vemos, pero que sí sentimos su presencia en cada átomo de nuestro ser. Reconocer a estos Espíritus como portadores de estas cualidades destaca su papel crucial en nuestro viaje espiritual ayudándonos a mantener la esperanza y a guiarnos a través de la oscuridad. Este reconocimiento también fomenta una conexión más profunda al verlos como aliados y protectores en nuestro camino.

RECIBAN ESTE HOMENAJE QUE CON AMOR RENDIMOS EN ESTE DÍA LLENO DE LUZ Y ESPERANZA

El acto de rendir homenaje se convierte aquí, en un gesto de gratitud y reverencia. Al ofrecer este homenaje con amor, se refuerza la idea de que la verdadera conexión espiritual se basa en el amor genuino. Es un reconocimiento en el que, aunque los Guías y Ángeles están en un plano diferente, su influencia y apoyo son profundamente fundamentales. Este acto de entrega y agradecimiento nos permite abrirnos a recibir su luz y orientación.

La mención de un día lleno de luz y esperanza resuena con un sentimiento de renovación, anhelo y oportunidad para nuestros espíritus. Cada día es una oportunidad para elevar el pensamiento hacia Dios y experimentar el amor y la protección que nos brinda y que nos rodea. Este enfoque en la luz y la esperanza nos recuerda que, incluso en tiempos difíciles, siempre hay espacio para la alegría y la fe. Nos invita a cultivar una perspectiva optimista y a reconocer que la luz siempre está presente guiándonos en nuestro tránsito como espíritus encarnados en la Tierra.

Hermanos de mi espíritu, este párrafo es una celebración de la fe y la conexión con Dios. A través de la relación con el Padre y la Divina Madre, se establece un lazo profundo de amor y protección. Reconocer a los Ángeles y Guías como portadores de luz y fe, nos invita a confiar en su apoyo en nuestro camino de evolución espiritual. Al rendir homenaje con amor y gratitud, se abre un canal de comunicación y conexión que nutre nuestra alma. En un día lleno de luz y esperanza, encontramos la certeza de que, sin importar las circunstancias, siempre podemos recurrir a la Luz Divina para que nos acompañe.

A LA LUZ DEL UNIVERSO ME DIRIJO CON TODO AMOR

La frase -Luz del Universo- se refiere sin duda alguna al Padre Supremo, Verdad y Sabiduría Infinita. Al dirigirse a esta Luz, se expresa el empeño, la necesidad de recibir guía y fortaleza para seguir adelante con la misión encomendada. La luz simboliza la iluminación espiritual, el conocimiento y la verdad.

El Universo está iluminado, bañado por la Luz de aquella Inteligencia Divina que es Dios, Fuente Primaria de toda causa. Esta luz representa la guía y la sabiduría que emana de aquella Majestad Divina.

El amor es una de las fuerzas más poderosas en las enseñanzas espirituales. Se entiende como la energía que une a todos los seres y que permite el crecimiento y la evolución espiritual. Al dirigirse con todo amor, se sugiere una intención pura, un deseo de conexión y entendimiento con esa Luz del Universo.

Esta frase puede interpretarse como un reconocimiento de que, al buscar la verdad y la comprensión del Universo, uno se está dirigiendo hacia una realidad más elevada. Este viaje se realiza con amor, que es fundamental para el crecimiento espiritual.

En el espiritismo se enseña que la vida es un proceso de evolución y aprendizaje. Al dirigirse a la Luz del Universo, se abraza esta idea de evolución personal y colectiva. La búsqueda de la luz es, por lo tanto, la búsqueda de la verdad y del desarrollo moral y espiritual.

Al dirigirse a la Luz del Universo, se reconoce que cada espíritu, chispa radiante ha emanado de Dios. La conexión con la luz implica también la responsabilidad de contribuir al sustento, al cuidado de toda su creación. El amor se convierte en el medio a través del cual se pueden construir puentes hacia los demás y hacia el Universo.

En resumen, -A la Luz del Universo me dirijo con todo amor- responde a una profunda intención de conexión espiritual, crecimiento y responsabilidad. Refleja la creencia en la existencia de una Fuerza Divina que guía y sostiene a todos, y subraya la importancia del amor como vehículo para alcanzar esa luz. Esta frase puede servir como un recordatorio constante de la búsqueda de la verdad y el desarrollo personal dentro del marco del amor y la comprensión universal.

PORQUE EN MI CORAZÓN NO HAY FRONTERAS

Esta afirmación es un poderoso y significativo compromiso que no debería de pronunciarse a la ligera si no hay la verdadera voluntad de cambio. La idea de que -no hay fronteras en el corazón- sugiere paz interior y una visión de unidad y conexión con todos los seres y la Naturaleza. En un mundo, a menudo marcado por divisiones, esta declaración invita a trascender esas limitaciones. Se trata de una apertura hacia la empatía y el amor incondicional, donde el corazón se convierte en un espacio inclusivo y acogedor, capaz de abrazar la diversidad, las experiencias de los demás, incluyendo a los enemigos.

LO QUE HAY ES FE Y AMOR HACIA LAS MARAVILLAS DE MI PADRE ETERNO

El reconocimiento de que en el corazón hay -fe y amor- resuena con la esencia del espíritu. La fe es la fuerza que nos sostiene en momentos de incertidumbre, mientras que el amor es la energía que nos conecta con todo lo que nos rodea. Al dirigir esta fe y amor hacia las maravillas del Padre Eterno, se hace alusión a la belleza y la grandeza del mundo espiritual y físico, Creación de Dios. Esta visión de asombro y gratitud hacia la Universo y hacia el mundo que nos sustenta, fomenta un sentido de reverencia, admiración y respeto por la Creación y la vida en todo sentido.

HACIA LOS GUÍAS, DIVINOS MENSAJEROS DE MI PADRE Y DE MI DIVINA MADRE ME DIRIJO

Aquí se reafirma la conexión con los Guías Espirituales quienes son vistos como Mensajeros del Padre Supremo. Al dirigir la Oración a ellos, se expresa un deseo de recibir orientación y apoyo en nuestro camino. Esta conexión con los Guías nos afirma que no estamos solos en nuestra travesía; siempre hay Espíritus Benefactores que nos acompañan y nos protegen, brindando luz en momentos de oscuridad.

Y HAGO LLEGAR ESTA FRASES EN ORACIÓN.

El acto de -hacer llegar estas frases en Oración- simboliza la entrega de intenciones y deseos hacia Dios. La Oración se convierte en un canal de comunicación que nos permite expresar nuestro anhelo de conexión, amor y guía. Este gesto también representa la apertura de nuestro ser para recibir la Luz y la protección que se nos ofrece Dios Todopoderoso Infinitamente Justo, Creador de todo cuanto se encuentra en el Universo

Este párrafo contiene la esencia de la búsqueda espiritual y la conexión con Dios. Al dirigirse a la -Luz del Universo-, se expresa un deseo de conexión profunda y amorosa con la esencia de la creación. La afirmación de que, en el corazón no hay fronteras, fomenta un espíritu de unidad y amor incondicional, mientras que la fe en las maravillas del Padre Eterno, enriquece nuestra experiencia de vida. Al invocar a los Guías y Mensajeros Divinos, se reconoce su papel en nuestro viaje, reforzando la idea de que siempre estamos acompañados. La Oración entonces, es un acto de entrega, esperanza y confianza en la Luz y el Amor del Padre Supremo.

Tema de estudio y esclarecimiento para mañana miércoles 9 de octubre con el grupo EL CAMINO RECTO.


Vuestro amigo, hermano y servidor,
-Héctor Fabio Cardona-



sábado, octubre 05, 2024

ALOS ESCRITORES Y FILÓSOFOS


Bajo ningún punto de vista, ésta opinión mía pretende imponerse como la explicación única, auténtica, absoluta ni definitiva sobre el texto de Los Escritores y Filósofos que a continuación os compartiré; pues grande sería el error y la ignorancia, si considerara por un instante que la mente mía puede esclarecer una Obra entregada desde la altura. Sin embargo; me asiste el derecho como estudiante de la Enseñanza del Maestro Ismael, intentar comprenderla, discernirla a pesar de la oscuridad que cubre mi espíritu, ya que es una oportunidad de encaminarme por la senda de la Luz y Verdad, al ser una Obra para el bien de la humanidad.

LOS ESCRITORES Y FILÓSOFOS a los que se refiere el Maestro Ismael en su Enseñanza, son aquellos Espíritus Genios, Egregios al servicio Espiritual del Padre Supremo, quienes a través de sus distintas cruzadas alcanzaron la luz para sus espíritus por esfuerzo propio; y hoy como mensajeros, asisten a la humanidad como guías y espíritus benefactores, ofreciéndonos su ayuda en el estudio y la búsqueda de la verdad, pilar central y fundamental del espiritismo.

El reconocimiento de la ayuda de los espíritus guías está en consonancia con las enseñanzas del espiritismo, que indica que hay entidades -espíritus desencarnados- que ofrecen orientación y apoyo en nuestro camino de aprendizaje. Este aspecto demuestra la conexión entre el mundo de los vivos y de los que han fallecido corporalmente, y donde el conocimiento no solo proviene de fuentes humanas sino también de los habitantes de nuestra verdadera patria, la espiritual.

PUERTAS ABIERTAS:
Desde el punto de vista espiritual, esta frase indica que el estudiante de las Leyes de Dios se encuentra dispuesto a recibir el conocimiento; es decir, el Maestro llega cuando el alumno está preparado, permitiendo la apertura a la sabiduría; y al reflejar en sus acciones respeto, humildad y deseo de servir a sus hermanos, los Escritores y Filósofos al encontrar un terreno abonado y fértil en el corazón del aprendiz, -Templo de Dios, estación de sabiduría- siembran en éste, la semilla; es decir, el conocimiento. Al abrir las puertas del corazón nos despojamos del ego de pretender saber todo, y reconociendo que no sabemos nada, invitamos a la sabiduría a entrar, permitiendo que cada enseñanza se convierta en un peldaño hacia una existencia más consciente y significativa. En última instancia, el viaje del estudiante es un viaje hacia el interior, donde el verdadero conocimiento se encuentra en armonía entre el corazón y el espíritu.

CORAZÓN:
Al entender que el corazón es un Templo, y que en él habita el espíritu, comprenderemos la profunda relación entre el aprendizaje, la conducta y la espiritualidad. Este Templo que representa nuestra capacidad de amar, comprender y evolucionar, es un lugar sagrado que debemos cuidar y nutrir.

El concepto de templo, alude al espacio sagrado y personal donde se cultivan las virtudes. El corazón del estudiante se convierte pues, en este Templo, lugar donde irradia el espíritu partícula de Dios, y en el que resuena la búsqueda del entendimiento y la trascendencia. Al referirse al corazón, indica entonces que el aprendizaje no es simplemente intelectual; se trata sí, de una experiencia corporal, pero con un deseo profundo de crecimiento espiritual. Este Templo no es solo un lugar físico; es un espacio sagrado en el que se entrelazan el conocimiento, las emociones y la espiritualidad. Al afirmar que el corazón es un Templo, se nos invita a considerar, cómo este órgano que bombea vida a nuestro ser, también alberga nuestra esencia más profunda, el espíritu.

El corazón, en muchas tradiciones espirituales ha sido visto como el centro del ser, donde residen no solo nuestras emociones, sino también nuestro espíritu. Este Templo es un refugio, un lugar de encuentro con lo Divino y lo trascendental. Cuando hablamos de abrir las puertas de este Templo, nos referimos a la disposición de recibir sabiduría y amor en su forma más pura. Es aquí donde el aprendizaje se convierte en una experiencia transformadora con cada lección que resuena en lo más profundo de nuestro ser.

Dentro de este Templo-corazón, habita el espíritu, que representa nuestra verdadera esencia. El espíritu es eterno, está en constante evolución, y busca a través del conocimiento que adquiere en sus experiencias de sus distintas cruzadas, crecer en luz.

Al reconocer y aceptar que el espíritu reside en nuestro corazón, comprendemos que el aprendizaje no es solamente una acumulación de datos o información, sino, además, un viaje hacia el autoconocimiento y la conexión con Dios. Cuando los estudiantes abren su corazón, están creando un espacio de receptividad para las enseñanzas de los espíritus guías. -En este caso los Escritores y Filósofos al servicio de Dios- Este acto de apertura permite que el conocimiento fluya y se integre, nutriendo no solo la mente sino también el espíritu. En este sentido, el corazón se convierte en un portal hacia la sabiduría universal donde cada idea, cada reflexión puede elevar nuestra vibración y enriquecer nuestra existencia corporal.

LA TÓNICA DE LA VIRTUD:
Indica que la educación y el aprendizaje son caminos que conducen hacia el crecimiento personal y la evolución espiritual. He ahí cuando la virtud se convierte en el eje central de la formación del individuo, alineando su desarrollo con los principios éticos y morales. La educación no se limita a la adquisición de conocimientos; se trata también de formar el carácter y cultivar la moralidad. La virtud en este contexto, actúa como un faro que guía nuestras acciones y decisiones. El Maestro Allan Kardec y León Denis resaltan en sus maravillosas Obras que, el verdadero conocimiento va acompañado de una responsabilidad ética. Aprender implica no solo entender el mundo y la Naturaleza, sino también actuar con integridad y compasión hacia los demás.

La tónica de la virtud resuena fuertemente en este clamor espiritual, porque al igual que un Templo que se mantiene en pie gracias a la solidez de sus bases, así mismo el corazón del estudiante se mantiene firme para no confundir a Dios por otra cosa, al cultivar valores éticos y morales. La virtud actúa como un guardián del Templo, asegurando que las enseñanzas que allí se reciben no solo sean entendidas, sino que también se traduzcan en acciones compasivas y justas. Al integrar la virtud en nuestra vida, honramos tanto a los maestros terrenales como a aquellos guías espirituales que nos acompañan en nuestro camino.

Hay que recordar que, En el corazón hay una partícula de Dios, y que allí está la sabiduría, y la luz no hay que dejarla tapar por sombra alguna. Dijo el Maestro Ismael.

DÍA DE VISITA FLORESCENTE:
Bien puede interpretarse como un momento de iluminación donde la llegada de nuevas ideas y enseñanzas, enriquece el espíritu y la mente. El día de visita florescente simboliza momentos de revelación y claridad que emergen cuando el corazón está abierto y receptivo. En estos momentos, la luz del conocimiento penetra en el Templo iluminando el camino del espíritu. Esta iluminación no solo se trata de adquirir información, sino de permitir que esa luz transforme nuestro ser, guiando nuestras decisiones y ampliando nuestra comprensión del propósito de la vida.

Este término también sugiere crecimiento, renovación y el florecimiento del conocimiento en el espíritu. El día de visita florescente evoca una sensación de renovación y crecimiento. Este momento de claridad y luz representa oportunidades para el aprendizaje, donde nuevas ideas y comprensiones pueden florecer. En cada interacción con el conocimiento y la sabiduría, el estudiante tiene la oportunidad de expandir su conciencia y profundizar su entendimiento del mundo y de sí mismo. Es un recordatorio de que cada día presenta la posibilidad de un nuevo comienzo, una nueva lección y una nueva conexión con el mundo espiritual.

Este clamor es un claro homenaje a los escritores y filósofos que, a lo largo de la historia han iluminado el camino del conocimiento y la espiritualidad. Su influencia perdura en las vidas de los estudiantes, quienes, al abrir las puertas de su corazón y mente, permiten que estas enseñanzas penetren y transformen su ser. Este acto de apertura es fundamental, ya que refleja una disposición a recibir no solo información, sino también amor y sabiduría. Nos anima también a abrir nuestro corazón y mente, a recibir la influencia de aquellos que han trasegado el camino del conocimiento antes que nosotros, y a reconocer la ayuda de guías espirituales en nuestra cruzada. La educación entonces, se convierte en una danza entre lo físico y lo espiritual, donde cada paso hacia el conocimiento es también un paso hacia la virtud. Al reconocer y honrar a estos maestros y guías, contribuimos a la construcción de un mundo más iluminado donde el amor y la sabiduría son los cimientos de nuestro crecimiento colectivo.

En todos los tiempos ha habido mensajeros, todos quiero recordar para que no nos dejen de amar. Dijo también el Maestro Ismael.

En conclusión, el escrito A LOS ESCRITORES Y FILÓSOFOS, nos invita a una reflexión sobre la búsqueda del conocimiento como un acto espiritual, donde el corazón del estudiante actúa como un templo abierto a la luz de la sabiduría y el amor, tanto de los maestros terrenales como de aquellos que guían desde el más allá.

Explicación entregada, analizada y estudiada, el día 4 de octubre del año 2024, al grupo de estudio EL CAMINO RECTO.


Vuestro amigo, hermano y servidor,
-Héctor Fabio Cardona-