Observad la gráfica hasta abrir vuestros ojos, para que comprendáis que los espíritus vinieron al terrestre para evolucionar y ser libres, no para ser sometidos ni prisioneros con el egoísmo ni las argucias, ni el pálido reflejo de la verdad a medias de los sectarios.
Para Sócrates, lo que nos define como seres humanos, es nuestra capacidad para pensar y razonar. Por lo tanto, nuestra excelencia habrá de consistir precisamente en el ejercicio de esta capacidad para pensar y razonar. No obstante, según Sócrates, la capacidad para pensar y razonar, está sujeta, está condicionada a la adquisición de saber y conocimiento. En consecuencia, nuestra excelencia se encuentra en el saber y el conocimiento. El mejor ser humano, el hombre bueno, es el hombre sabio. Y el hombre sabio, es el hombre que se conoce a sí mismo.
Entonces; ¿Por qué continuar obstruyendo nuestras mentalidades con el reflejo primitivo de la ignorancia de los sectarios, y no con la Verdad prístina, resultado del cuestionamiento, del estudio, y de la adquisición del conocimiento, esencia espiritual?
Es hora de abandonar la desvencijada vestimenta de borregos que nos ha impuesto el sistema sectario, y cubrirnos con la resplandeciente armadura de la Verdad.
Os invito a ESTUDIAR…
-Héctor Fabio Cardona-
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