En ese orden de ideas, y con base en las Leyes Espirituales; LOS PESCADORES EN LA LLANURA, no está dirigida ni inspirada a los pescadores de peces como erróneamente se ha dicho y como falsamente se ha hecho creer, confundiendo lo corporal con lo espiritual. Se refiere a aquellos estudiantes que han alcanzado cierto discernimiento de la Obra, y que, gracias a dicho conocimiento pueden liderar la divulgación de la Enseñanza; y con amor y respeto, ser los Pescadores de espíritus. Es decir, conquistar mediante el conocimiento de las Leyes Espirituales a aquellos espíritus que se encuentran vacilantes, renuentes, perdidos en la oscuridad, y con sed de conocimiento.
Tampoco es: LOS PESCADORES DE LA LLANURA, porque ello se interpretaría como si los llamados o escogidos fuesen sólo aquellos hermanos nativos de la llanura. Más, cuando se dice: LOS PESCADORES EN LA LLANURA, se hace la invitación a los hermanos de todos los Estudios del País, para que se desplacen por el extenso territorio de los Llanos Orientales para dar a conocer la Enseñanza, para llevar el Mensaje que Dios Todopoderoso Infinitamente Justo ha concedido para el bien de la humanidad entera.
Es por ello que el Maestro Ismael dice:
-EN EL ORIENTE MIS NOTAS QUIERO HACER LLEGAR PORQUE MI ESPÍRITU CON VOSOTROS ESTARÁ-
Claramente,
sus notas son su Obra, páginas de su propio espíritu; por lo tanto, dice que
donde se encuentre la Enseñanza y se lleve con honestidad, con respeto, y sobre
todo con amor, ahí estará presente para fortalecer, guiar y orientar a los
estudiantes de su Enseñanza.
-ESPERO QUE VOSOTROS CORDEROS MANSOS, HACIA DIOS TU PENSAMIENTO ELEVARÁS DICIENDO: PERDÓNANOS PADRE NUESTRO EN ESTA SOLEDAD, TIERRA BRAVÍA DE TODA UNA VIDA-.
Conociendo
las Leyes Espirituales, los Mandatos Divinos, podemos decir que hemos alcanzado
un mínimo de conocimiento, de conciencia sobre nuestro proceder; y por tal
razón, dóciles y obedientes, clamamos al Padre Supremo el perdón por todas las
trasgresiones que hemos cometido en el pasado y en el presente, reconociendo
que por ello nos encontramos en un lugar inhóspito, en un plano de tristeza, de
expiación, de sufrimiento, de dolor y de oscuridad, hasta que alcancemos por
esfuerzo propio los planos de luz.
-ANTE DIOS QUEREMOS CULTIVAR LA FE, EL AMOR HACIA DIOS; PORQUE CADA UNO DE LOS SERES HUMANOS SEAN MÁS HUMILDES, SEAN MÁS CERCANOS A SUS PROPIOS HERMANOS-.
Como
ya os he dicho en diferentes ocasiones, cada segmento y plegarias de la Obra se
concatena; por ello en este punto, el Maestro Ismael nos remite a la Plegaria
ANTE DIOS donde dice: “Mi corazón sólo siente ese amor hacia mi Padre Celestial
y hacia mis hermanos que muy extraviados están” para que así comprendamos que
debemos de deponer el orgullo, la soberbia, los intereses personales, siendo
humildes y mansos de corazón para poder comprender las faltas de nuestros
hermanos, porque la esencia de la Obra es RECONCILIO Y PERDÓN.
-INCLINARSE EN ESPÍRITU, EN VERDAD ANTE DIOS POR TODA LA HUMANIDAD, Y RECONOCER LAS TANTAS DEUDAS QUE DEBEMOS CANCELAR ANTE DIOS Y CAUSA ESPIRITUAL-.
Este párrafo nos guía en la forma correcta de orar, de pedir, de clamar ante Dios, lo cual debe de hacerse con fe para que salga del corazón y no desde los labios solamente. Cuando actuamos con humildad, reconocemos nuestros errores, viendo primeramente la viga que cubre nuestro ojo, antes de hablar y de señalar la paja en la vista de nuestros hermanos. Es desde ese punto de conciencia, que el espíritu aprende a clamar al Padre Supremo el perdón para la humanidad, para sus enemigos, y luego sí, el perdón para su propio espíritu.
-PESCADORES A ORILLAS DEL ARIARI, ESTARÉ CON VOSOTROS COMO EN AQUELLAS TARDES EN EL DESIERTO-.
Se
dice que: “Quién predica en el desierto, pierde su sermón por la ignorancia o
poco interés de los escuchas” En este caso por la ignorancia de los engañados
de la Tierra sobre de las Leyes de Dios; pero que, a pesar de la oposición, de
la contradicción y persecución de sus propios amigos, el mensaje es para la
humanidad entera, para encaminar a los espíritus por la senda de la luz y
verdad.
-HOY ES LLANURA, LA ARENA ES TESTIGA DE MIS AMARGURAS; LAS GENERACIONES CAMBIAN Y LOS TERRENOS TAMBIÉN, ALGO QUIERO HACERLES COMPRENDER-.
Ayer
se predicó en el desierto que representa el desgano, la falta de disposición
para adquirir conocimiento; y por ello hoy, el Maestro llora su amargura al no
encontrar reposo ante la incomprensión y ante las ruinas espirituales maléficas
que ha encontrado; porque aun habiendo entregado un conocimiento a través de su
Enseñanza, ésta se ha utilizado sólo para humillar y causar mal a los demás, y
no para adquirir conocimiento y luz para el espíritu. Además, dice; a pesar de
que las materias cambian en cada cruzada, en cada nueva encarnación, quedan arraigos
de bajas pasiones y de los distintos vicios grabados en la memoria, en las
páginas del espíritu por el capricho de la materia de despegarse del terrestre
ante la falta de voluntad, y por confundir a Dios por otra cosa. Entonces; sin
importar cuanto cambie de forma, el recuerdo del mal estará latente produciendo
problemas en la vida espiritual y corporal.
-SÓLO SÉ QUE LAS PÁGINAS ESCRITAS NO SON MÍAS, SON DE LA LEY DE DIOS QUE A TODOS EXTIENDO CON AQUEL CARIÑO; PUES SÓLO SOY UN TRABAJADOR DEL SUPREMO DIOS, QUE HA ELEGIDO PARA ÉSTOS ESTUDIOS-.
El
Maestro Ismael fue el autor de esta hermosa Enseñanza, pero a pesar de ello
nunca se erigió ni actuó como dueño de ella, como sí lo hacen sus discípulos
hoy día. Siempre reconoció su humildad y agradecimiento al Padre Supremo por
conceder mediante su intermediación, traer este gran conocimiento a la Tierra,
el cual entregó a todos sus hermanos, tanto a espíritus encarnados como a
desencarnados con gran amor, y sin comerciar con ella.
- ¿QUÉ SERÁ DE MÍ SINO SOY HUMILDE? –
Si
no somos obedientes, sino actuamos de acuerdo a las Leyes Espirituales, la
soberbia nos conquistará, el ansia de poder nos corromperá, y seremos
fácilmente fascinados, sometidos y subyugados por el orgullo y el ansia de
poder.
-Y SI NO ENTREGO LA ENSEÑANZA, Y SI LA REPRESENTO PERO NO LA ENSEÑO ¿ACASO TENGO DEUDA POR ÉSTO? ¿OFENDERÉ LA GRACIA DIVINA, QUE DESPUÉS DE TENER TODO POR SOBERBIA PIERDA LA CABEZA Y DÉ CAMPO AL ESPÍRITU ENEMIGO Y NO A LA GRACIA DE DIOS QUE ES LA QUE PUEDO PERDER?
Si,
como estudiantes de la Obra se nos ha concedido cierto conocimiento, podemos
decir que representamos esta hermosa Enseñanza; pero sino la entregamos, si no
la damos a conocer, sino la explicamos, es porque tenemos una deuda espiritual
que nos impide esclarecer nuestra mentalidad para entenderla, para comprenderla,
y cumplir así con el compromiso de darla a conocer por todos los medios que en
el terrestre existen. Por tal razón, es que muchos hermanos esconden estos
escritos, colocan talanqueras y piedras de tropiezo a sus hermanos para impedir
que adquieran conocimiento, abriendo así la brecha para que la oscuridad cubra
su espíritu y lo Estudios donde laboran, perdiendo las bondades que el Padre
Supremo le concedió como oportunidad para limpiar su espíritu.
Por ello os digo, este escrito es una carta, una guía, una orientación, una plegaria; lo que queráis. Para mí, lo es todo, cuando actuamos de acuerdo a los Mandatos Divinos…
NOTA:
El
conocimiento es luz para el espíritu, sólo cuando se actúa de acuerdo a él;
cuando desvirtuamos dicho conocimiento, sólo trae oscuridad para el espíritu, y
por ende, enfermedad para la materia.
-HÉCTOR FABIO CARDONA-