jueves, diciembre 26, 2019

La Verdad se corrompe tanto con la mentira, como con el silencio...



(…) Me considero la partícula más pequeña de una diminuta gota de agua en los inmensos mares que conforman los bastos e insondables océanos del conocimiento; por lo cual inclino respetuosamente mi cabeza ante vosotros, y como insignificante estudiante de la Enseñanza contenida en el Libro Matriz de Los Estudios Astrales Espirituales Ante Dios del Maestro Ismael Garzón Triana, y de aquellas enseñanzas que mi Padre ha concedido durante todos los tiempos a través de sus mensajeros para traer luz, conocimiento, amor y verdad a este plano terrenal, os exhorto para que todo aquello que os comparta sea objeto de análisis riguroso por parte de mis hermanos más esclarecidos en las Leyes Espirituales; y si fuese el caso, y tal pesquisa diese lugar a corrección alguna, entonces hacedlo hermanos míos con nobleza, con humildad, con respeto, con conocimiento de causa, llevando el Mensaje de la Obra a la práctica para que no quede sólo en palabras vacías lo instruido por el Maestro Ismael, a quien decimos amar y respetar, para que su legado no se manche, no pisoteé, ni sea mal interpretado por el capricho de las materias. 

(…) Qué goce espiritual, qué labor más encomiable es erigirse como baluarte de la enseñanza en la cual se presta el servicio para encaminar a las presentes y futuras generaciones por la senda de la luz y la verdad.

Somos aquel apostolado designado ante esta Divina Causa en esta nueva era, por lo cual debemos de instruir y enseñar con amor para poder formar a los seguidores y futuros Médiumnes en el conocimiento de las Leyes Espirituales con honestidad, ya que nos encontramos blandiendo la bandera emblanquecida que enseña la lucha entre el bien y el mal; por lo cual debemos ser dignos intérpretes y colaboradores de nuestros Maestros, aplicando primeramente en nosotros mismos aquello que queremos inculcar, cimentar y enseñar a nuestros hermanos, para que no actuemos como los hipócritas que suelen ECHAR SAL EN LAS LLAGAS AJENAS, Y AGUA DE ROSAS EN LAS PROPIAS. 

Procuremos ser humildes, benevolentes y caritativos, afiancemos los lazos de fraternidad con cada alma circundante, y os aseguro que multiplicaremos al ciento nuestros júbilos al ser fieles cumplidores de aquello que se nos ha encomendado. 

No estigmaticemos a hermano alguno por su credo o religión, por sus faltas, por su ignorancia, por su etnia, por su pasado, ni por su presente; ¿Por qué quién nos asegura que nosotros mismos no hemos cometido las mismas faltas, o quizá peores? Entonces actuemos conforme a la bondad, y bondad recibiremos de nuestros hermanos. 

Mientras no aprendamos a centrarnos en la Enseñanza, cualquiera que sea que hayamos elegido para aprender o en la que nos encontremos prestando el servicio, no podremos comprender hermanos míos que, lo importante no es tener, conocer ni saber demasiado para poder ayudar; si no el entregar con amor lo poco o mucho que se nos haya concedido.

Tengamos siempre presente que aquello que se construye con afecto y con base en la verdad, estará soportada con cimientos fortalecidos y con gradas bien construidas. 

Desechemos aquellas ideas que nos lleven a migrar constantemente de una enseñanza a otra para tomar de aquí y de allá conocimiento, con la idea de engrandecernos frente a nuestros hermanos con un saber que en realidad no logramos asimilar ni mucho menos comprender por el egoísmo que se encuentra arraigado en nuestro ser. Y os digo, mucho es lo que deberemos trasegar para aprender a ser humildes y benevolentes frente a las faltas de nuestros hermanos, porque mientras no emane de nuestros corazones la Caridad, el mundo seguirá contemplando riñas, odios, rencores, animosidad, deseos de venganza por la crítica, el señalamiento y juzgamiento, faltando a el respeto de hermano a hermano, porque muchos somos los que se auto-denominamos siervos del Padre Supremo, hablando de amor, de respeto, de benevolencia y del perdón, pero al mismo tiempo olvidamos nuestro deber espiritual al hacer públicos pasquines que destilan odio para perseguir y castigar a nuestros hermanos, mientras bien podríamos publicar las Leyes de Dios. 

Quienes acostumbran acusar o abanderarse de causas que desconocen sólo porque les parece injusta; ciertamente no sólo incitan a la violencia, sino que además, aunque insistan en decir ser conocedores de las Leyes Espirituales, en verdad las desconocen por completo, porque de otra forma no se comprende cómo es que pueden incitar y empujar a la turba para que tome represalias en contra de quienes infringen las Leyes, siendo en estos casos los instigadores intelectuales, más que los que consuman la agresión, quienes llevarán la mayor parte del peso de la culpa por el mal que derive de su acción incitadora de violencia. 

"La maldad del hombre sólo puede ser superada por la maldad del hombre, ya que los defectos y malas acciones que juzga en sus hermanos, suele ser insignificante ante lo que yace en su propio ser.

Bajo ningún punto de vista debe de reconocerse como una labor espiritual, ni mucho menos cumplidor de deber moral, a aquella persona conocedora de las Leyes Espirituales que, con el propósito de señalar las faltas de sus hermanos, comparta, divulgue o transmita noticias o pensamientos con la insinuación de justicia para incitar al odio, porque en realidad lo único que motiva un actuar así, es la perversidad que yace en los corazones endurecidos como piedras, y no la ignorancia; porque hay multitud de hermanos que no tienen intelecto, pero su corazón rebosa en comprensión, amor y bondad hacia sus hermanos. 

(...) Con esto os quiero decir; que sea cual sea el camino o senda espiritual que sigamos, debemos hacerlo con firmeza, con lealtad, con honestidad, con amor y con respeto para poder aprovecharla en beneficio de nuestro espíritu, y en ayuda de nuestros hermanos. Pero desafortunadamente este plano terrenal impone su yugo al oído sordo que oye pero que no escucha, al ojo ávido que sólo ve pero que no observa, y que oyendo no oye, y que viendo se hace el como el que no ve, perdiendo el rumbo y los ideales que enaltecen al espíritu, al mal utilizar el tiempo y recursos que bien podría aprovechar para hacer una ablución de sus propias imperfecciones, antes que intentar limpiar las de los demás. 

Debemos de saber que no hay semillas estériles sino mal cultivadas, porque aunque éstas puedan y estén destinadas a germinar, si no son sembradas en suelo fértil, no habrá árbol que pueda echar raíces fuertes y profundas que lo protejan de la fuerza de los elementos, y mucho menos dar frutos beneficiosos; así es la planta que es trasplantada constantemente, se debilita y queda a merced del viento y la lluvia, viniendo hacer lo mismo para el humano que pasa de un conocimiento a otro sin haber digerido el anterior; quien así actúa será incapaz de asimilarlo y aprovecharlo, trayendo forzosamente la confusión a su mentalidad y a quienes lo siguen. 

Expandir las enseñanzas y dar a conocer las Leyes espirituales no es simplemente tomar de aquí ni mezclar con lo de allá, aunque la esencia sea la misma, porque a igual que el principio vital es el mismo para toda especie en este plano terrenal, el pez no puede respirar fuera del agua, ni las especies terrestres ni aéreas pueden hacerlo bajo ella. Así mismo cada enseñanza fue enviada con un propósito específico y no al azar; porque aquello que es asimilado y aceptado por unos, es repudiado por otros de acuerdo a su evolución. Todos estamos en el lugar donde debemos estar; por tal motivo, y por respeto a nuestros hermanos y a los Maestros que han dejado las Enseñanzas, debemos evitar imponer, o censurar un conocimiento… 

(…) Os pregunto: ¿Cuál es el amor y la fe en la Enseñanza? ¿Acaso alguien puede hacer que sus pies se alejen al mismo tiempo, y contrariamente uno hacia la izquierda y el otro hacia la derecha

Os digo que no, como tampoco se puede pretender ser hábil en el campo de la medicina, cuando la destreza que se posee es la de Jurista, ni servir a la luz, cuando se está en la oscuridad.

Cada quien tiene una misión, una tarea que cumplir porque los espíritus vinieron al terrestre a evolucionar; es decir, a trabajar para un progreso. Pero el humano en vez de aprovechar su tiempo, su corta estadía en este plano de expiación, así como sus facultades y recursos para emanciparse de sus propias imperfecciones, lo que hace es ver la paja en el ojo ajeno, cuando una viga cubre el propio. 

El humano no debería por simple ostentación afanarse en obtener lo que aún no está a su alcance ni preparado para discernir, porque así como al apaciguador le llevó tiempo, esfuerzo, análisis y disciplina en prepararse para domar la fiera y hacerla dócil para el espectáculo; así mismo el hombre que busca servir a sus hermanos debe de tener la firmeza y el carácter para doblegar la bestia; pero no aquella que pueda ver o rebelarse en sus hermanos, sino la que lleva consigo mismo hasta apaciguarla para poder dulcificar su alma y trasmutar el odio en Amor, la indiferencia en Piedad, el egoísmo en Caridad, la crueldad en Clemencia, la severidad en Benevolencia, la intranquilidad en Paciencia, la mentira en Verdad, la ignorancia en Conocimiento, el abuso en Justicia, la enemistad en Fraternidad, la falsedad en Honestidad; y el orgullo en Humildad entre otros…. 

Entonces hay que cultivar y conceder el tiempo para que la semilla sembrada en nuestro ser, que son las virtudes, brote naturalmente y arraigue sus raíces para que su tronco se vigorice y las ramas que son nuestros brazos, sean resistentes ante las tempestades, pero suaves para sostener con firmeza y bondad a quienes requieran de nuestra asistencia. Por lo tanto, hay que aislarse de los vicios para no sucumbir ante la envidia espiritual ni  ante la intriga del hermano obsesor para reconocer nítidamente los mandatos Divinos; porque aquél que aun conociendo las Leyes prefiere ignorarlas, ha de saber que toda talanquera que se imponga para retrasar el camino de sus hermanos, lo hace acreedor de grandes causas para su espíritu. 

Con esto quiero deciros que debemos meditar y ser vigilantes de cada paso que demos, cada decisión a tomar, cada palabra que salga de nuestros labios, ya que no hay terreno más productivo para que cualquier semilla eche raíces, como aquel que ha sido abonado y preparado oportunamente; como no hay tampoco papel más ideal para escribir, como aquel que se encuentra en blanco como los corazones de los estudiantes que tienen sed de conocimiento, y en los cuales se puede plasmar y ayudar escribir en el libro de su estadística espiritual, la verdad que el Padre nos permite conocer. 

Al transitar en un solo sentido se avanza con mayor fluidez, y se obtiene mejores resultados cuando se estudia una ciencia a la vez; por lo tanto, el camino del esclarecimiento se recorre con seguridad, con confianza y certeza cuando se escucha, se aprende y se sigue a el Maestro y no a la multitud desorientada, ni al seudo-sabio inescrupuloso y orgulloso que comercia con las Leyes Espirituales, y que además pretende saberlo todo. Pero si vuestro libre albedrío, vuestros impulsos y anhelos, vuestras necesidades intelectuales o espirituales os lleva a recorrer distintos caminos a la vez; haz de saber hermano mío que no hay firmeza, confianza ni fe en vuestro corazón hacia la enseñanza en la que os encontráis, porque sois como aquellas cometas que van donde el viento las lleve, y vuelan, y vuelan, y vuelan, hasta que un día el cordel se rompe y se destrozan en la caída. 

Héctor Fabio Cardona 


domingo, diciembre 22, 2019

¿Qué os impulsa a comerciar con las Leyes de Dios?



Dando fiel cumplimiento a los mandatos plasmados en esta enseñanza por el puño y letra del Maestro Ismael Garzón Triana, sobre dar a conocer las Leyes Espirituales a todo aquél amador de Dios; lo mismo que extenderla sin comerciar con ella, y publicarla por todos los medios que en el terrestre existen para el bien de la humanidad; humildemente presento mi respeto ante la parte espiritual, y clamo al Padre Supremo, al Maestro Ismael, a mi Divina Madre, al Maestro Allan Kardec, a los Maestros Rectores de los 7 Planos Astrales de Luz, a las Guardias y Custodios de esta enseñanza para que concedan el permiso, acompañamiento y protección correspondiente para que la divulgación de esta publicación llegue al mayor número de hermanos posible, como guía y orientación para sus espíritus.

En esta hora, me dirijo a los Escritores y Filósofos Espirituales al servicio del Padre Supremo, para que iluminen la mentalidad de todo aquél que, con amor, con humildad y respeto, anhele conocer esta Enseñanza, y así sean despejados sus caminos en lo corporal y en lo espiritual hacia donde esté abierto un Estudio Astral Espiritual Ante Dios, y donde se labore con amor, con humildad, con respeto, con honestidad, de acuerdo a los Mandatos Divinos, tal y como lo estableció el autor. 

Quiero aclarar una vez más, que lo publicado en éste Blog no reemplaza el conocimiento, esclarecimiento o guía que pueden recibir mis hermanos en los recintos de LOS ESTUDIOS ASTRALES ESPIRITUALES ANTE DIOS

Me dirijo a quienes han escrito a éste Blog, preguntando el costo de las labores en los Estudios, para decirles que no tengo claro si la pregunta la han formulado para saber si se cobra y no asistir, o si por el contrario han asistido a algún Estudio y les han cobrado…

En cualquiera de los casos, esclarezco conforme a la Ley, con conocimiento de causa, con amor y profundo respeto a mis hermanos, y digo que, NINGUNA LABOR TIENE PRECIO porque la Enseñanza contenida en la Obra de LOS ESTUDIOS ASTRALES ESPIRITUALES ANTE DIOS que legó el Maestro Ismael Garzón Triana, no es una vulgar propiedad material que encarnado alguno pueda explotar comercialmente, como tampoco, nadie tiene el poder de retenerla o hacerla virar a su antojo según sus mezquindades, porque "ésta Enseñanza está dedicada en el nombre de Dios Infinitamente Poderoso y Justo, para el servicio astral-espiritual de la humanidad, lo mismo que para encaminar a los espíritus por la senda de la Luz y Verdad." No para arrastrarlos a la ignorancia y a la oscuridad. 

La Obra del Maestro Ismael es grandiosa en su contenido espiritual-astral; y ha de saberse que fue entregada desde la altura, y escrita en lenguaje sencillo y humilde para que todo espíritu con sed de conocimiento pueda ingresar a ella para estudiarla, entenderla, extenderla, enseñarla, respetarla, cumplirla y hacerla cumplir a través del buen ejemplo de sus actos dentro y fuera de los Estudios.

Cada hermano que, en potestad de su libre albedrío se acercó a la Enseñanza, y que, sin engaño ni imposición alguna decidió prepararse como Médium tomándose el tiempo reglamentario para darse cuenta si el estudio que iba a emprender le gustaba o no, y si creía ser responsable ante la parte espiritual para ser fiel cumplidor de lo que le fuera asignado, así como de las Leyes Espirituales y del reglamento Interno, fue consiente antes de entregar voluntariamente un juramento ante el Padre Supremo, no ante una materia; porque la Enseñanza es conocimiento, es amor, es Luz, es reconcilio y es perdón, a través de los Tribunales espirituales que permiten el desligar de los espíritus encarnados y desencarnados ante las deudas contraídas en el pasado y en el presente. Entonces ¿Por qué mancillar, por qué enlodar la Obra de mi Padre con aquello que no fue establecido por la Supremacía ni dejado por el Maestro Ismael? Os pregunto hermanos de mi espíritu ¿A través de quién, mi Padre os cobró por vuestras facultades? ¿A quién cobró por el conocimiento espiritual-astral adquirido en los Estudios? ¿A quién mi Padre cobró al entregaros el conocimiento de las Leyes, de los Mandatos Divinos que son para que el hombre se sirva de ellos y viva en paz? 

Os digo hermanos de mi espíritu que quien labore y se lucre en forma directa o indirecta a través de la Enseñanza, hace mal, y lo hace en su propio nombre y en nombre de su ignorancia y su desmedida AVARICIA, y no en el nombre de Dios, ni tampoco en nombre de la Obra del Maestro Ismael; porque al comerciar con la Enseñanza se está ayudando materialmente así mismo, y no espiritualmente a sus hermanos. Conoced a el árbol por sus frutos y no os dejéis engañar por la vileza de quien muy extraviado está, al colocar precio a una labor espiritual, porque aquél hermano que cobra a su hermano por la bondad que nuestro Padre Celestial permite a través de estos portales y sus Mensajeros, está faltando a su juramento, y es un mal interprete de las Leyes, de los Mandatos Divinos. 

Sabed hermanos míos, que quien comercie con la Enseñanza, está imputando una gran causa a su espíritu… 

Héctor Fabio Cardona. 


miércoles, mayo 29, 2019

¿Cuál es la enseñanza verdadera?



Tengo para deciros que, Verdadera es la Ley de mi Padre cuando se cumple y se hace cumplir con Amor, con Indulgencia y con Caridad, porque el Universo entero es bañado y reconocido por la Luz Radiante del Padre Supremo, pero al no cumplirse con rectitud, con honestidad; os digo que se corre el riesgo de caer en el fanatismo y en el mal hábito de pasar la vida entregando buenos consejos sobre lo aprendido, pero dando malos ejemplos a través de acciones contrarias a la enseñanza que se cree representar. 

Hermanos míos; mal haría al indicaros como verdaderas y superiores a algunas enseñanzas, y desmeritar al censurar y tildar de impostoras a otras, porque estaría faltando al respeto a mis hermanos que luchan por conservarse en el sendero espiritual que les correspondió o que eligieron transitar. Cierto es, que, por sus esfuerzos unos van más adelante, otros van hombro a hombro, y algunos vamos más atrás, con mayor o menor conocimiento unos de otros; pero os digo que, aunque la lucha es individual, la meta es la misma; luchar por la luz para nuestros espíritus. 

Cualquier sentencia es injusta, si antes no se ha escuchado la otra parte” 
Jorge Eliécer Gaitán. 

Cuando se juzga a un hermano por su credo, raza, condición social o religión; se falta a la Caridad que debemos tener como hermanos hijos en Espíritu de un mismo Padre Creador de todo cuanto existe, máxime cuando quien juzga es estudiante, siervo conocedor y defensor de las Leyes Espirituales. Se falta también a el respeto de hermano a hermano, al ignorar y al agraviar a quienes no comulgan con secta o enseñanza alguna, o a quienes piensan diferente. 

Os pregunto ¿Quién puede decir que no ha sido, o ha actuado en su pasado remoto como a quién hoy juzga y señala

Ningún espíritu encarnado en este plano de expiación y de prueba, es perfecto ni ha alcanzado la superioridad, pues el sólo hecho de venir a movilizar materia en este mundo, indica imperfección en el espíritu encarnado, salvo aquellos espíritus misioneros que vienen a traer enseñanzas, conocimiento y luz para la humanidad a través de las Leyes que envía nuestro Padre Celestial a este planeta; pudiendo evidenciarse en éstos hermanos emblanquecidos, su rectitud, su elevada condición moral y su mansedumbre hacia todos quienes les rodean, de que son espíritus misioneros, espíritus encarnados; no como consecuencia por falta alguna de su parte, sino por la tarea asignada a desempeñar para el bien de la humanidad, porque ningún espíritu es estático. Los demás; somos insignificantes estudiantes de esas enseñanzas, con el anhelo de hacer propias por medio de nuestras acciones, de nuestros buenos ejemplos, aquellos conocimientos que, en muchas ocasiones son esbozados con prodigalidad a través de los labios del encarnado, pero que en la mayoría de las veces no sale de su corazón. 

Hermanos, donde no hay respeto hacia los semejantes, donde no hay Amor, Humildad, Comprensión, Tolerancia, Benevolencia con las faltas de sus hermanos, y Caridad ante sus necesidades espirituales y corporales; tened en cuenta que no puede haber principio de Verdad espiritual, porque esa verdad ha sido desvirtuada por falta de Piedad

Aprended a discernir mediante la observación, pero sin constituiros en jueces de nadie, y confirmaréis por vuestros propios medios lo que dijo aquél Gran Maestro de Maestros, el humilde Jesús del Galilea, “Conoceréis a el árbol por sus frutos” 


Ninguna secta es mala; los malos somos quienes no la sabemos llevar… 
Ismael Garzón Triana. 

Tened siempre presente hermanos de mi espíritu que ningún Mensajero del Padre Supremo, ningún Ángel, Arcángel, Guía Espiritual o Maestro, está sometido al capricho o la voluntad de los mezquinos intereses del humano, y no conceden oro ni riquezas, fama ni reconocimiento, como tampoco acuden a vuestro llamado para banalidades ni para cumpliros deseos cual vulgares genios, ni para desvelaros el futuro, ni para ayudaros a doblegar las voluntades de vuestros hermanos. 

Éstos mensajeros son espíritus esclarecidos, espíritus evolucionados que, como siervos de aquella Majestad Divina, asisten con amor a la humanidad, y a todo aquél que clama ayuda, que lucha y se esfuerza para vencer su inclinación al mal, con el deseo de progresar espiritualmente y poder regresar a la diestra del Padre Supremo. 

"Todo es por merecimiento"; comprended bien mis palabras… 

Cuando un hermano de ésta Enseñanza o de cualquier otra que el  Padre Supremo ha concedido para el bien de la humanidad, tergiversa sus preceptos, clama el mal por envidia o venganza, y se convierte en talanquera y piedra de tropiezo para sus hermanos; que no se mire aquél proceder desacertado como parte de esta u otra enseñanza emblanquecida, porque ese hermano es asistido sí, pero por las fuerzas contrarias de similar condición moral a la de su espíritu. 

Os digo; un actuar así no es la esencia de la Enseñanza que legó a la humanidad el Maestro Ismael Garzón Triana en LOS ESTUDIOS ASTRALES ESPIRITUALES ANTE DIOS; Son Leyes esclarecidas, pero mal interpretadas por quienes ambicionan la maldad, y por quienes el capricho de su materia les conduce a rehusar el sendero del conocimiento y de la verdad. Mal se procede cuando se conoce parte de una verdad pero se insiste a través de la mala intención, expandir esa verdad a medias. 

Esta enseñanza es amor, comprensión, luz, conocimiento, verdad, reconcilio, perdón y reparación; y os digo que no son las enseñanzas espirituales ni filosóficas las que deben de adaptarse a él humano en su precaria e irreflexiva forma de pensar, o pretender que éstas viren según su antojo o según sus intereses particulares; es el humano quien debe ajustarse a esas Leyes y honrarlas con su respeto, con el ejemplo de sus propias acciones para ser confiable, para ser creíble; y así poder tener la oportunidad de llegar al corazón de sus hermanos, y poder expandir con verdadero amor y sin egoísmo, lo que con amor y sin egoísmo, sin tasa y sin medida, se ha entregado desde la altura. 

No juzguéis a nadie para que nadie os juzgue a vosotros hermanos míos; que vuestra conciencia sea vuestro propio y único juez; sé firmes en vuestras decisiones y ante la defensa de vuestros nobles ideales; pero a la vez, se nobles e indulgentes para que no confundáis nunca la firmeza con el atropello, pero debéis de ser prudentes con todo aquello que admitís como verdad, como también sed humildes para no apartar de vosotros por soberbia, el verdadero conocimiento que pueda tocar en determinado momento a vuestras puertas. Sed reflexivos, mansos de corazón en cada aspecto de vuestras vidas; pues el error está latente a cada paso que se da, como presente está en todo momento la oportunidad de adquirir conocimiento, cuando se cultiva un corazón apacible, noble e indulgente. 

Os invito a escudriñar, a estudiar las Leyes Espirituales que también están impresas en la conciencia de todo ser humano; y que, si aprendéis a recogeros en meditación aislándoos del bullicio, poco a poco os aislaréis también de los vicios que subyugan a el humano, y empezaréis a esclarecer vuestras mentalidades. 

Clamad al Padre Supremo para que os cubra con su Luz Divina, para que os conceda la guía y sean despejados vuestros senderos, así como vuestra mentalidad para que podáis tener buen discernimiento, buen entendimiento para no someter, ni tampoco dejaros subyugar de nadie. 

Os digo, las Leyes de mi Padre son humildes y sencillas de razonar, son enviadas con Amor y transcritas con claridad para que toda cimiente de hombre las pueda discernir y llevarlas a la práctica. Atended el llamado de vuestro Corazón, Templo de Dios y estación de sabiduría, pues allí reside aquella chispa Divina de mi Padre, que es el espíritu, y quién es el portador del conocimiento adquirido a través de sus cruzadas. 

Por lo cual, razonable es decir; que el ser humano aprendería mucho más a través de la concentración evocando los recuerdos del pasado, que muchos llaman intuición; que con aquello que su ansía y su desmedida avaricia de conocimiento lo lleven a almacenar numerosas obras para adquirir lo que no está aún en posibilidad de asimilar, de investigar; es decir, demasiada luz suele cegar también. 

Me refiero a que muchos leemos, estudiamos, citamos de memoria aquellos pasajes bíblicos, párrafos enteros de una obra, de una enseñanza, de una filosofía, desmenuzamos las erudiciones, profundizamos, escudriñamos para desvelar en sí el conocimiento, vamos allá, acá, y más allá, quizá movidos sólo por la fascinación de aquellas palabras insignes con las cuales vienen impregnadas las Verdades, las Leyes; pero, ¿Qué es lo que hacemos? nos elevamos en orgullo y nos cubrimos con la capa oscurecida de la soberbia al pretender pasar por sabios, por eruditos en la enseñanza, con el deseo de ser más que nuestros hermanos, sólo por un breve conocimiento adquirido. 

Hermanos de mí espíritu; el orgullo y el egoísmo son malos consejeros, envilecen el alma, ciegan la vista y oscurecen la mentalidad; mientras que la humildad y la Caridad la despejan, haciéndoos buenos receptores del conocimiento que os puede conducirse por la senda de la Verdad, por el camino recto, a través de las Leyes Espirituales plasmadas en las distintas enseñanzas que el Padre Supremo ha enviado al terrestre, y que se deseé seguir. 

Sois mis hermanos; y os comparto con amor, lo que mi espíritu se niega a retener… 

Héctor Fabio Cardona. 
Santiago de Cali, mayo 29 de 2019.

 

jueves, mayo 23, 2019

Inclinarse hacia Dios por toda la humanidad...



Mientras se ocultan las verdaderas Leyes de Dios, otros toman en sus manos lo que hay en el terrestre para hacer perjuicios, y esto por falta de la verdad; porque habiendo la verdad, todo el mundo se preocuparía y conocería los misterios de la naturaleza, y nunca obrarían los malhechores, porque tendrían quien se opusiera para no permitir todos los destrozos que a diario están cometiendo
Ismael Garzón Triana... 

La humanidad caprichosa, ciega e inconstante, rechaza las bondades del Padre Supremo al negarse a estudiar, a investigar sobre la VERDAD, sobre las Leyes Espirituales, confundiendo así a Dios por otra cosa, porque está sumergida en este mundo material saturado de presunción, donde su imagen, lo que compra, lo que viste, así como lo que ostenta; termina siendo más relevante que la esencia de su propio espíritu, asumiendo para su vida, un rol sugerido por las masas, el cual asume dócilmente conceptuando y aceptando ese espejismo como la realidad para su vida, concluyendo apresuradamente que al ser admitido por el gran público, algún beneficio o reconocimiento traerá para su mustia existencia, porque si la mayoría lo aprueba, necesariamente tiene que ser verdad, aunque esto signifique renunciar a su esencia, a la prudencia y a su libre albedrío. 

Respetuosamente os digo hermanos de mi espíritu; la humanidad sin darse cuenta, cuáles títeres manipulados por los hilos invisibles de las tendencias y las pretensiones, muchos van siendo guiados, asidos, y sometidos mansamente a voluntades ajenas.

El plano Tierra en la actualidad, es un mundo de utopías por los intereses personales, egos, recelos, codicia y anhelos de reconocimiento, que van incubando vaguedades en las mentes de quienes endosan su voluntad, confundiendo prejuicios, maledicencia, señalamiento, idolatrías, fanatismos e hipocresías, con el verdadero conocimiento, con el verdadero amor, al no haber convicción en lo que se hace, restando importancia a las orientaciones espirituales, cuando son precisamente éstas guías las que pueden instruir sobre las causas por las cuales se hace acreedor el espíritu a la expiación de cruzada en cruzada por los errores, por las faltas cometidas hacia sus semejantes y el medio que lo rodea.  "Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible; “Mahatma Gandhi” 

Las Leyes Espirituales confieren al estudiante disciplinado, honesto y consciente de su labor como servidor del Padre Supremo, la comprensión del porqué de las aflicciones, de las amarguras, de las enfermedades incurables de origen espiritual, así como las privaciones que se padecen desde temprana edad, encontrando la causa en el mal proceder. Por lo cual, se aprende mediante el estudio serio, honesto e investigativo, que se sufre de igual manera que se ha hecho sufrir. Todo está eslabonado, todo es una correlación; sin embargo, y a pesar del conocimiento adquirido de dichas Leyes, quienes portan una mínima fracción de esa verdad, aún se rebelan a aceptar aquellas causas, abandonando sus ideales, sus compromisos, sus responsabilidades, y guiándose, no por aquello que le ha sido entregado como conocimiento para el bien de sus hermanos y de su propio espíritu, sino por lo que encanta al oído, a la vista nublada de las multitudes, relegando aquella Verdad, aquellas Leyes a un segundo plano, porque no es su prioridad. 

Os digo que, quien como siervo de Dios da cabida en su corazón a la adulación; su pecho se infla como globo por el orgullo, por la soberbia y por la vanagloria, empujándole a caminar altivo entre sus hermanos. Apartaos, alejaos de quien así actué, porque quien lo acompaña no es la voz del conocimiento, la razón ni la humildad, sino el capricho de una materia que no es capaz de ayudar ni a su propio espíritu. 

Son “ciegos guiando ciegos, y engañados ayudando a confundir a los más extraviados”. 

La Obra del Maestro Ismael, así como muchas enseñanzas que, en distintas latitudes, en distintos idiomas y en distintos tiempos el Padre Supremo ha concedido para el bien de la humanidad como LOS ESTUDIOS ASTRALES ESPIRITUALES ANTE DIOS, enseñan el respeto hacia todo y hacia todos, teniendo como base, como pilar y como única oportunidad para limpiar el espíritu de las capas oscurecidas con las cuales se ha cubierto por las transgresiones del pasado y del presente; la moralización del espíritu, para que a través del reconocimientos de las faltas, del reconcilio, y mediante la Divina Ley del Perdón, los espíritus queden desligados y libres. Pero mientras se continúe señalando, juzgando, incentivando el odio, el rencor o los deseos de venganzas en el corazón de nuestros hermanos; y mientras no se dé el Perdón entre ofendido y agresor, entre espíritus encarnados y desencarnados, no podrá haber reconcilio, equilibrio, como tampoco paz ni libertad de los espíritus. 

La paz mundial, así como la armonía en los hogares, es, y será una simple quimera, en tanto no se conozca y se enseñe desde la primera infancia en todo el plano Tierra, las Leyes que rigen el mundo espiritual y las causas derivadas de las malas inclinaciones, intolerancia, avaricia, envidia; así como la falta de respeto de hermano a hermano, porque de ahí nacen las obsesiones, las rivalidades, los deseos de venganza, y las PERSECUCIONES QUE VAN MÁS ALLÁ DE LA SEPULTURA.

No penséis hermanos de mi espíritu que pretendo confundiros o intimidaros; pero han de saber que aquel a quien hoy hacéis vuestro enemigo, mañana podrá sorprenderos desde la cuna, y en vuestro propio hogar como hijo, hermano, padre o madre carnal, para cobraros las ofensas recibidas, e infringiros tanto mal, dolor o sufrimiento como haya recibido de vosotros…Os invito a reflexionar sobre este tema para que seáis vigilantes en todo momento de vuestras acciones y decisiones, para que deis la importancia que realmente amerita, y decidáis reconciliaros a tiempo, de corazón, y mientras haya vida corporal, con todo aquel que se le haya causado mal, lo mismo con quién os haya hecho sufrir, para evitar recíproca e indefinidamente caer en el circulo perverso de pago y de cobro de deudas que encadenan a el espíritu en un ir y venir indefinido de encarnaciones en este plano terrenal, dando lugar a las persecuciones, obsesiones espirituales, impidiendo así su evolución. 

Entonces; quienes conocen estas Leyes ¿Por qué se empeñan en confundir a Dios por otra cosa

Hermanos de mi espíritu; por ningún motivo ni bajo ninguna circunstancia contribuyáis a propagar malas noticias; pues, esto sólo aviva la llama del odio, del rencor y de los deseos de venganza. Sabed que vuestra injerencia en ello os hará instigadores y además culpables del mal que de ello derive, teniendo que dar cuenta también por ello ante el Padre Supremo. 

Ajustaos a vuestro verdadero rol asignado en lo espiritual para no desvirtuar ésta hermosa Enseñanza; divulgad las semillas que dulcifican, que apaciguan el corazón exaltado, compartid el conocimiento que esté a vuestro alcance, no seáis talanquera ni piedra de tropiezo para ninguno de vuestros hermanos, huid del egoísmo, de la impostura, de la vanagloria, y brindad amor; dirigid las voluntades enardecidas hacia el Reconcilio y el Perdón, y no actuéis como el viento que aviva la llama que destruye. Sé los buenos siervos de aquella Majestad Divina, y enseñad que todos estamos llamados a estar a la diestra del Padre Supremo por graves que sean nuestros errores, siempre y cuando haya el arrepentimiento, Reconcilio, Perdón y reparación de las faltas cometidas. Clamad la luz para quien os odia, para quien os desea el mal, como también para el espíritu de quien se encuentren en penurias o que esté faltado a el respeto a sus hermanos; porque un verdadero soldado al servicio de Dios, es aquél que con amor guía por la senda de la luz al hermano extraviado; y con rectitud y buen ejemplo, da fielmente cumplimiento a los Mandatos Divinos y al Juramento hecho ante aquella Majestad Divina, no ante ninguna materia. 

INCLINARSE HACIA DIOS POR TODA LA HUMANIDAD, RECORDAR TANTAS DEUDAS QUE DEBEMOS CANCELAR ANTE DIOS Y CAUSA ESPIRITUAL

Perdonadme hermanos míos si halláis en mis palabras contradicción o dureza según vuestra apreciación; pero os digo, no me considero mejor que ninguno de vosotros, ni pretendo descalificaros, ni menospreciaros, ni mucho menos juzgar ningún actuar; “señalo el mal que aqueja a la humanidad; más no a el humano en sí"

Todo es un aprendizaje en la vida del hombre, porque así como los axiomas, que en apariencia agravia las dignidades por las grandes verdades que expone; pero que, una vez son asimilados, resulta una verdadera cura para el alma; así mismo, cada experiencia amarga, cada error enriquece y provee de conocimiento al espíritu mediante la experiencia, para que éste aprenda a reconocer sus faltas, iniciando su liberación al dar paso en su corazón al arrepentimiento, y naciendo la necesidad de perdonar y ser perdonado. 

Tengamos siempre presente, que cada ofensa o mal producido por venganza, recelo, odio o envidia hacia nuestros hermanos, es una capa oscurecida que se retira al espíritu que perjudicamos, para echarla sobre nosotros mismos. 

Os digo; "si aprendiésemos a observar la majestuosidad del bosque, jamás intentaríamos dañar ni a uno sólo de sus árboles, porque comprenderíamos entonces, que aquel árbol y aquél otro, hacen parte de la selva, y que dañar a uno, es dañar también a los otros. Entonces, si en verdad fuere nuestro anhelo el conocer y honrar al Padre Supremo, tampoco nunca jamás, intentaríamos infringir mal a ninguno de nuestros hermanos, porque el Padre está en cada uno de sus hijos, y cada uno de sus hijos hace parte del Padre Supremo; entonces, quién ofende al hijo, termina ofendiendo también al Padre


Héctor Fabio Cardona
Santiago de Cali, mayo 23 de 2019.