miércoles, abril 27, 2022

Al Padre de la Misericordia

Al Padre de la Misericordia;
a mi Divina Madre María de la Paz;
a mi amado hermano y Maestro Ismael Garzón Triana.

¡Oh! Padre de la Misericordia, tú que nos has dado Leyes de Sabiduría, no os pido que me concedas grandes conocimientos ni saberes que quizá mi espíritu no podría honrar ni enaltecer; en vez, os te clamo la inteligencia que me permita reconocer mis faltas para para aprender la lección y no reincidir en el error que me alejó de vuestro lado…

Gracias Padre Misericordioso por permitir a vuestros amados hijos acercarse a mi espíritu para consolarlo con aquellas notas, con aquellos vibrares, con aquellas verdades que ennoblecen el espíritu, pero que ante la terquedad y capricho de mi materia no he valorado el conocimiento que encierra esta humilde Enseñanza, a la cual me habéis concedido llegar como oportunidad para abandonar este exilio donde cumplo mi condena; doble prisión para mi espíritu entre mi materia y este valle de oscuridad.

¡Oh! Divina Madre María de la Paz, Espíritu radiante, puro y emblanquecido, flor del aire y Luz que no se apaga, a quién mi Padre os ha concedido la representación de Madre universal por vuestras infinitas virtudes y capacidades de amar, de asistir y de proteger a vuestros hermanos; cúbreme con vuestro manto de amor y de luz, y enséñame la lucha entre el bien y el mal, para no sucumbir ante la falsedad, ante el odio, ante el rencor ni ante el orgullo de poderes para humillar mis hermanos. Entonces amada Madre María, dad aquella fortaleza a mi espíritu, que sólo tú puedes prodigar con vuestro amor, por ser la amada Madre de las madres.

Maestro Ismael; a pesar de estar impedido para leer o reconocer algún pasaje de las estadísticas de mi propio espíritu por encontrarme prisionero en mi materia y exiliado en este plano terrenal como consecuencia de mis faltas y mis imperfecciones; el mínimo de consciencia que aún me asiste, sí me permite reconocer en ti amado hermano, que eres un ser Investido de Luz, de Verdad, de Conocimiento, de Humildad y de Amor para con mi Padre y para con su Creación; y a pesar de mi ingratitud y de los sufrimientos que os haya podido causar en la historia olvidada en vuestras distintas cruzadas, hoy, ante tu amada presencia doblo rodilla para saludar reverentemente vuestro noble espíritu, y para agradeceros en nombre de los míos, de mi propio espíritu y el de todos mis hermanos, por esta Grandiosa Enseñanza que mi Padre ha concedido por intermedio vuestro para encaminar los espíritus por la senda de la Luz y Verdad, pero que por el capricho de nuestras materias aún se nos dificulta reconocer y respetar las maravillas que encierran las páginas escritas en aquel Dorado Libro Matriz de la Sabiduría.

Entonces Maestro Ismael, recibe de mi espíritu, mi respeto, mi amor y mi agradecimiento. Y así, si mi Padre lo permite; evoco en este día y hora, vuestra memoria, vuestra cruzada como Ismael Garzón Triana, como también a los Escritores y Filósofos al servicio del Padre Supremo, para clamaros ayuda para este vuestro hermano imperfecto que aún sufre, y sufrirá por tiempos y tiempos, el rigor de la encarnación; pero que lleno de gozo hacia las maravillas de mi Padre, refugio mi espíritu en vuestro gran legado, en vuestra Magna Obra para aprender y dar cumplimiento a las Leyes Espirituales, a los Mandatos Divinos, así mismo para aprender a amar y a respetar a mis hermanos. Por lo cual os te pido vuestra grata compañía, vuestra asistencia amigo y hermano de mi espíritu, para que me guíes, para que me orientes en la forma correcta de estudiar y de esclarecer en mi mentalidad vuestra Obra, y no llegar confundirla, ni taparla ni pisotearla, y poder presentarla y darla a conocer a mis hermanos tal y como tú las has dejado Maestro. Y si el orgullo me conquistara, si la incomprensión se apoderara de mi espíritu, y la soberbia y no el amor llegase a emplazarse en mi alma dirigiendo mis acciones; entonces clamad a mi Padre por mi espíritu, ya que los encarnados sufrientes en planos de expiación, de prueba, de sufrimiento y de dolor, somos como aquellos que, antes de mendigos, quizá fueron grandes señores, pero que por la imprevisión y sus malas decisiones perdieron su herencia y el respeto, quedando solo un vago recuerdo de sus dichas del ayer; así mismo, cuando lanzados como espíritus a el espacio, cuando verdaderamente gozábamos al bañarnos y alimentarnos con la Luz Radiante de aquella Majestad Divina, que luego en cumplimiento del plan evolutivo al tomar materia, y bajo la potestad de nuestro libre albedrío, fuimos olvidando nuestra procedencia, nuestra verdadera Patria, nuestra tarea y nuestra misión, al sucumbir ante las bajas pasiones, ante los vicios que poco a poco fueron formando a nuestro alrededor caparazones endurecidos como piedras, que son las capas oscurecidas que representan nuestras faltas y por ende a nuestros enemigos, y lo que ha opacado nuestra luz; y cuando sólo nos queda un vago recuerdo de aquel destellar, el impulso de aquella añoranza nos lleva a clamar una vez más el conocimiento que en otrora rechazamos, y que hoy necesitamos para limpiar nuestros espíritus, para un día poder regresar a la diestra del Padre Supremo.

¡Oh! Amado Maestro Ismael, qué desconocidos ante mi vista corporal, son aquellos fulgores destellantes y coloridos de luz, que llegan fugazmente a mi mentalidad de espíritu, al sumergirme en las sublimes notas, en los párrafos sabiduría de vuestra Enseñanza, a pesar de la oscuridad que me rodea.

Entonces, dime amado hermano ¿Cómo ganar la voluntad de mi Padre, si ante mi compromiso adquirido en la Enseñanza aún no he podido hablar de amor porque nunca lo he cultivado? ¿Cómo podré recibir el perdón, si nunca he perdonado? ¿Cómo expandir, cómo enunciar con conocimiento de causa, con elocuencia, pero sin altivez, vuestra Enseñanza a mis hermanos? ¿Acaso deberé de esperar un breve recuerdo almacenado en mi memoria que evoque el conocimiento adquirido en tiempos pretéritos, pero olvidado en esta cruzada por mi espíritu? ¿O será el estudio, el respeto hacia vuestra Obra, que es la Obra de nuestro Padre Eterno, y el acatamiento de las Leyes espirituales, el inicio para forjar en mí el carácter, dar la firmeza a mi espíritu y recibir la tónica de la virtud para perdonar y ser perdonado, así mismo para amar y ser amado, como también para respetar y ser respetado, lo que me permitirá al fin comprender vuestra Enseñanza y poder liberar mi espíritu?

Enseñadme amado hermano a clamar, a servir a mi Padre y a mis hermanos con verdadero amor para ser merecedor del conocimiento y esclarecimiento de sus Leyes en mi mentalidad para poder fortalecer mi espíritu y alejarme de esta terrible oscuridad.

Maestro Ismael, ayúdame, enséñame a marchar y mirar siempre hacia el frente; y solo a los lados o atrás, si es para detenerme a extender mi mano y brindar ayuda a mis hermanos, y no para criticar; porque el tiempo asignado a mi materia es medido y la oportunidad única. Ayúdame a ser como aquél buscador de riqueza en el río, que centra su atención en la diminuta y escaza partícula de Oro que representa la verdad, el amor, la bondad y el conocimiento, y a apartar las impurezas que lo cubren, y que representan los vicios, la envidia, las bajas pasiones, las conversaciones frívolas y las mezquindades.

Ayúdame a comprender que mientras haya oscuridad en mi espíritu, estaré sujeto al sufrimiento, al agobio, al dolor, a la persecución; y por ende al ciclo indefinido de encarnación, para dar paso a la limpieza de mi espíritu.

Vuestro amigo, hermano y servidor,
-Héctor Fabio Cardona-





martes, abril 26, 2022


"Yo os prometo Padre mío, seguir el camino hacia la Luz Divina, yo os pido Señor, participar de la Luz Divina; yo que soy uno de tus siervos, el más pequeño, pido la Sabiduría, y la Inteligencia me cubra para servir en su nombre a todo aquél que quiera ese favor de mi Padre Celestial"

-Ismael Garzón Triana-

(….) Desde muy temprana edad, y muchos años antes de llegar a la Obra de mi amado hermano y Maestro Ismael Garzón Triana, inicié mi búsqueda interior a través del estudio de la Filosofía moralista de grandes mentes como la de Sócrates, Platón, Séneca, en el buen arte del ser, del pensar, y del actuar, para luego dar felizmente paso al estudio de la Filosofía Espiritual, al estudiar las Obras del Maestro Allan Kardec, León Denis, Camilo Flammarión, etc., y posteriormente llegar a los Estudios Astrales Espirituales Ante Dios; no encontrando hasta hoy, desacuerdo ni contradicción alguna entre una enseñanza y otra; ya que, mientras la primera me condujo por el camino del respeto no sólo hacia mi propio ser, sino también hacia mis hermanos, hacia el medio natural que me sustenta, y principalmente hacia aquél Espíritu Divino Creador de todo cuanto existe; la segunda sustentó, puntualizó, afianzó en mi ser, el respeto hacia todo y hacia todos, a través del conocimiento de las Leyes Espirituales; y más específicamente el conocimiento de las causas espirituales a las cuales nos hacemos acreedores ante el irrespeto de hermano a hermano. Conocimiento que irrumpió en mi ser con aquél caudal de sabiduría nítida, sencilla y esclarecida, que me permitió reconocer que ambos conocimientos provienen de una misma fuente, de una misma Mente Suprema y CreadoraAquella Luz del Universo.

He retomado el estudio y la publicación de la Filosofía Moralista, la del ser, la de pensar y la del actuar, en un perfil separado a este, desde donde os escribo, para así evitar señalamientos sobre el uso o explicación inadecuada de la Enseñanza ESTUDIOS ASTRALES ESPIRITUALES ANTE DIOS, pero sin separar la una de la otra en mi fuero personal, para llevar, para presentar a mis hermanos y decirles que toda enseñanza conlleva al conocimiento; y que de acuerdo al ansía, al deseo, a la necesidad del espíritu por evolucionar, poco a poco encontrará el camino que ha de conducirle al despertar de su conciencia.

En toda sabiduría hay mucho sufrimiento; porque aquél que aumenta sus conocimientos, aumenta su dolor” Mientras más sepas más sufrirás, porque la ignorancia es la madre de la felicidad".
-Salomón-

Mi gratitud espiritual para todos mis hermanos que, habiendo dejado aquellos temores injustificados del ayer, hoy se esfuerzan por seguir los mandatos del Padre Supremo, modificando su rígida postura del pasado para conformar la NUEVA COMARCA que, no sólo labora en los Sitiales de la Enseñanza; sino que además trabaja arduamente para ser útil a los suyos y a la sociedad; asimismo estudia, investiga, se prepara con honestidad, con conocimiento de causa, multiplicando su esfuerzo para ayudar con verdadero amor a saciar la sed de conocimiento, y esclarecer la mentalidad de sus hermanos a través de esta nueva ventana, de esta nueva era digital, que si bien es cierto NO DEBE, Y ADEMÁS NUNCA PODRÁ REEMPLAZAR LAS LABORES INTERNAS DE CADA ESTUDIO, tampoco podemos desaprovechar la oportunidad para dar a conocer el legado del Maestro Ismael, y otras tantas enseñanzas que el Padre Supremo ha enviado al terrestre, y así compartir este pan espiritual con nuestros hermanos.

Bien sabéis hermanos de mi espíritu, que libar las mieles de este rocío espiritual, esclarece la mentalidad y fortalece la voluntad que se requiere para poder alejar los vicios que nos hace doblemente prisioneros en nuestras materias y en este plano terrenal. Por fortuna, muchos son los que están comprendiendo que los Mandatos Divinos no pueden hacerse virar al antojo ni al capricho de la materia; y aquella Majestad Divina en amor infinito hacia sus hijos, nos concede aún, a pesar de los errores que hemos cometido, la oportunidad para que, “UNIDOS PODAMOS CAMBIAR LO QUE ESTA MAL, MEJORAR LO QUE ESTÁ BIEN, Y HACER LO QUE NUNCA SE HA HECHO” nunca lo olvidemos hermanos…

Entonces, a todos aquellos que están llegando tras dar un nuevo paso, y que inician esta noble labor, que hacen sus mejores esfuerzos, que se preparan para expandir y dar a conocer las Leyes Espirituales con verdadero conocimiento de causa, por todos los medios que en el terrestre existen, os digo; no decaigáis en vuestro ánimo, seguid adelante mejorándoos, preparándoos, instruyéndoos, duplicando vuestro esfuerzo del día anterior, hasta que la perseverancia del estudio, así como la reflexión de cada uno de vuestros actos, se arraigue profundamente en vuestro ser, y se constituya en el mejor de vuestros hábitos para que podáis ver cumplida la tarea que os permitirá engalanar vuestros espíritus ante el deber cumplido.

Hoy veo con alegría, que cada vez es mayor el número de mis hermanos que se animan, que se atreven a hablar, a publicar las Leyes Espirituales y a compartir la Enseñanza por la cual están al servicio de la humanidad en el nombre del Padre Supremo; entonces, tengamos siempre presente que “NADA PUEDE SER MALO NI CONSTITUIR CAUSA ALGUNA PARA EL ESPÍRITU, CUANDO SE ACTÚA CON VERDADERO AMOR, CON BENEVOLENCIA, CON CARIDAD Y PIEDA HACIA NUESTROS HERMANOS” y así, el amor que decimos tener a la Obra de nuestro amado hermano y Maestro Ismael Garzón Triana, no quede sólo en buenos propósitos, ni en la elaboración de extensos reglamentos que finalmente no se cumplen por falta de amor, de benevolencia y tolerancia hacia nuestros hermanos, como tampoco quede en simples palabras, ni mucho menos en excusas para no expandir, dar a conocer y compartir su Enseñanza. Que esta Obra no quede en el olvido, pero que tampoco sea recordada por la exuberancia de palabras hermosas, pero finalmente inútiles y vacías ante la falta de fraternidad y de compasión hacia la humanidad…”

Ningún tiempo, ningún esfuerzo es suficiente, cuando se trata de la conquista de almas verdaderamente necesitadas, anhelantes y sedientas del conocimiento de las Leyes del Padre Supremo.

Esta nueva ventana posiblemente sea un instrumento para aportar elementos de juicio a todos aquellos nuestros hermanos que se encuentran indecisos o confundidos, y así puedan centrar su mente y razonar lo que, a la Luz del conocimiento espiritual, y de esta hermosa Enseñanza del Maestro Ismael, no han podido hasta ahora comprender; y aunque es sabido que muchos aprenden de una manera, y otros de otra, así como que, unos van más adelantados, otros van codo a codo, y otros vamos más atrasados; lo importante es no soltar la mano del necesitado, incentivando en ellos el benéfico hábito del pensar, de razonar, y de actuar, porque somos espíritus, no polvo…

Para finalizar; “Si no podéis, si no queréis, si no os sentís cómodos o si os impiden navegar en las aguas pacíficas y cristalinas de ésta hermosa Enseñanza en la búsqueda de aquel horizonte para vuestro despertar; os digo, no desesperéis, no os detengáis, seguid vuestro camino, vuestra lucha, clamando siempre al Padre Supremo para que reoriente vuestro rumbo a través de vuestro Ángel Guía, hacia vuestro nuevo destino; pero nunca mancilléis ni pisoteéis ésta, ni ninguna otra Enseñanza del Padre Eterno, al confundirla, al tergiversarla o al hacer comercio con ellas, porque ello representa gran causa para el espíritu…

Si en alguna ocasión mis palabras han sido duras, si han sido análogas al señalamiento o al juzgamiento de mi parte, disculpad mi imperfección; sólo que “Entre más profundo es el letargo de la humanidad, más sonora y concluyente debe ser la palabra que despierte…”

Entonces debéis de saber hermanos de mi espíritu que, “Señalo el mal que circunda a la humanidad, más no a el humano en sí

Vuestro amigo, hermano y servidor,
-Héctor Fabio Cardona-



jueves, abril 21, 2022

Todos somos invitados a la diestra del Padre Supremo

 

UNA MUY BREVE EXPLICACIÓN AL PÁRRAFO:

Todos somos invitados a la diestra del Padre Supremo, pero pocos son los que llegan a combatir los vicios que le acompañan, porque están rodeados de espíritus viciosos que no quieren salir del terrestre, y no pueden por el peso de sus faltas…”
-Ismael Garzón Triana.-

(…) A simple vista, este párrafo de la Obra del Maestro Ismael, es sencillo, claro, concreto y entendible a toda mente, ante lo cual, aparentemente no necesitaría ser explicado. Así lo interpreta el leyente común que desconoce las Leyes Espirituales; pero para quienes, motivados en su deseo de aprender, de evolucionar, estudian con el anhelo de adquirir el conocimiento sobre aquellas Leyes que son luz para el espíritu, investigan, escudriñan, profundizan sobre la Enseñanza, para esclarecer la mentalidad y comprender el contenido de la Obra según lo espiritual, no según nuestro parecer ni según nuestro sentir.

Empecemos.
Cierto es, que absolutamente todos los espíritus al haber sido emanados de aquella Majestad Divina, están llamados a regresar a la diestra del Padre Supremo, sin importar cuán oscuras y trágicas hayan sido sus pocas o innumerables existencias, ni cuán violentos ni sangrientos hayan sido sus actos, ni cuán despiadadas hayan sido sus persecuciones en contra de sus hermanos.

Sabed hermanos de mi espíritu, que toda falta es remisible ante el Padre Supremo; Él es Dios Todopoderoso Infinitamente Justo; Dios de Amor, de Misericordia y de Perdón, no un dios cruel ni castigador. No es un dios que premia a unos por sus buenos actos ni aquel que castiga a los otros por su mal proceder, Él es el creador de las Leyes Inmutables Espirituales con las que se rigen los espíritus tanto encarnados como desencarnados en el Universo entero; pero es el libre albedrío de cada ser, lo que lo conduce a tomar buenas o malas decisiones, siendo su propia conciencia el juez que ha de juzgarle. Por lo tanto, cuando aquel hijo ingrato desatiende el llamado del Padre Eterno, que aun llevando siempre consigo los Mandatos Divinos plasmados en su corazón, y un guía espiritual asignado para orientarle, y a pesar de ello renuncia a transitar por el camino recto para dirigir sus pasos hacia las voluptuosidades, hacia los vicios de la mentira, de la deshonestidad, de la envidia, del orgullo, de la soberbia, de la avaricia, etc., etc.; sabed hermanos de mi espíritu, que este hermano será fascinado, sometido, y subyugado por los vicios; y ante su tendencia al mal por la falta de respeto y de amor hacia el Padre Supremo, este hermano dirigirá su libre albedrío sin responsabilidad, y complacido en sus caprichos de la materia perderá su fuerza de voluntad, siendo rodeado por espíritus viciosos, espíritus oscurecidos aferrados a los encantos del terrestre, quiénes le conquistarán fácilmente a través de las bajas pasiones para conducirlo hacia los abismos insondables de la oscuridad.

Y cuando aquel hermano caído en desgracia y hundido en el fango, cansado de infringir Los Mandatos Divinos, de causar mal, de vagar y de sufrir, se arrepienta de su proceder, clamará la misericordia del Padre Eterno; y Dios que es tan buen Padre lo recuerda con aquel cariño y lo llama para decirle: “Hijo ingrato de dependes de mí, que un día te inclinarás a mis pies; entonces con aquel amor de Padre te recibiré, pero cuando hayas limpiado tu espíritu, porque limpio te fuiste de mi lado, y limpio vendrás a mí.”

Como os dije en un principio, el Padre Supremo no es un Dios que premia ni castiga; y en su Infinito amor y misericordia hacia todos sus hijos, no ha creado sufrimientos ni suplicios eternos; más es el hijo que tras sus reiteradas faltas, tras el mal que ha causado, deberá sufrir en carne propia a través de la expiación, el mal infringió a sus hermanos. Toda falta debe ser reparada en su totalidad; entonces para dar paso a la limpieza de su espíritu se enferma y lo enferman, sino en la actual, sí muy seguramente en las siguientes cruzadas, e ignorante de la verdad oscura de su pasado, no comprende el porqué de sus sufrimientos actuales, por eso dice: ¿Si hay un Dios, por qué me tiene así…?

Muchos espíritus mientras gocen y se satisfagan, NO QUERRÁN SALIR del terrestre por la complacencia, por el deleite que aún le producen las bajas pasiones que, a pesar de estar desencarnado, sigue unido mediante los hilos periespírituales que, como raíces siguen compenetrados con la materia mientras ésta se descompone en la tumba, recreando una y otra vez en su mentalidad el recuerdo de los vicios, de las bajas pasiones a las que recurría mientras estaba encarnado, porque aún cree hacer parte del mundo de los vivos; entonces, por el apego a todo aquello y por los bienes materiales que dejó, se aferran aún más y más a este plano terrenal. Y cuando, ante el sufrimiento y la enfermedad, obligadamente despiertan un poco de conciencia, quieren salir, pero ya no pueden, porque el peso de sus faltas no le permite subir ni pasar a otro plano de más evolución.

Y, ¿Sabéis exactamente que les impide salir del terrestre?

¡Muchos diréis, pues el peso de sus faltas!
Si, pero ¿Qué peso, y qué fuerza es ésa, capaz de retener a un espíritu que no lo afecta ni el frio ni el calor, que puede atravesar paredes, estar bajo el agua, lo mismo que estar en medio del fuego sin siquiera darse cuenta de ello, lo mismo que desplazarse, ir y regresar a donde quiera dentro de este plano de oscuridad que le ha sido asignado como prisión para su espíritu?

He aquí, cuando entra en acción la Ley física de la gravedad.
Pero diréis ahora; ¿Pero si es un espíritu desencarnado, qué gravedad puede afectarle?

Os diré hermanos de mi espíritu que, el Periespíritu es una envoltura semi-material, que debe a la materia su origen, y a la espiritualidad su naturaleza etérea. El Periespíritu es conformado por el espíritu con los elementos propios del plano donde ha de habitar; por lo cual, cuando un hermano se empecina en el mal, su Periespíritu se desmoraliza, se hace más pesado, más denso y más oscuro; entonces la atracción, la fuerza de gravedad de los mundos inferiores como la Tierra, ejercen su fuerza sobre estos organismos. Entre más ennegrecido se encuentre un espíritu, menos podrá elevarse; llegando en algunos casos a tan sólo poder arrastrarse sobre la faz de la Tierra. Pero en la medida que el espíritu se moraliza; es decir, en la medida que se limpia de las capas oscurecidas; en esa misma medida irá emprendiendo el vuelo, hasta el día que su Periespíritu esté acto salir del terrestre y habitar un mundo más avanzado.

Entonces compréndase el significado de: “Limpio te fuiste de mi lado, y limpio vendrás a mí

Veis como no es necesario que el Padre Eterno castigue a ninguno de sus hijos por sus faltas, ni los premie por sus buenas acciones: es el espíritu quién por su propia voluntad gana o pierde su luz; y será el espíritu en potestad de su libre albedrío, que tal y como oscureció su espíritu según su voluntad, así mismo deberá trabajar y reparar el mal que causó a sus hermanos pagando hasta el último céntimo de su deuda y así recuperar su luz, porque cada deuda es una capa, y cada capa es un enemigo, que hasta que no quede en paz con esa deuda no le quitan la capa, y no subirá

He ahí la explicación de este párrafo desde el punto de vista espiritual, y desde el punto de vista de la Ciencia, no según nuestro sentir ni aquello que nos puedan haber inculcado sin fundamento…

Si hubiese un espíritu encarnado esclarecido para extraer todo el conocimiento que encierra un solo párrafo de esta magna Obra; os digo que no habría papel ni tinta suficiente para plasmar en letras lo extraído de él, porque toda está Enseñanza se encuentra infinitamente resumida; por eso dice, “Este Estudio lo encierra todo, este Estudio es universal."

Entonces; ¿Cómo podemos decir que conocemos y que comprendemos la Obra cuando ni siquiera la estudiamos…?

Ante se criticar, debemos de preguntar, debemos de estudiar; y cuando hayamos estudiado y aprendido mucho, comprenderemos que un día fuimos también ignorantes, y sólo nos moverá la gratitud hacia el Maestro, como así el anhelo de enseñar a nuestros hermanos, lo que aprendimos de Él.

Vuestro amigo, hermano y servidor,
-Héctor Fabio Cardona-