jueves, agosto 29, 2024

Dios no necesita dinero, sino siervos honestos…


(Dios no necesita dinero, sino siervos honestos…)

NO DONÉIS VUESTROS BIENES, NO PAGUÉIS CUOTAS, NO ENTREGUÉIS VUESTRO DINERO, NO PONGÁIS EL SUDOR DE VUESTRO TRABAJO EN MANOS DE DIRIGENTES ESPIRITUALES INESCRUPULOSOS.

Quiero recordar y advertir a todos los directores, estudiantes y seguidores honestos de esta hermosa Enseñanza, que la verdadera Obra espiritual jamás ha necesitado de cuotas, diezmos, donaciones materiales, ni mucho menos sacrificios económicos de unos para mantenerse en pie, divulgarse, y sostener sin trabajar a otros. Esto es dictado, impuesto por la avaricia del hombre. El sustento debe obtenerse con el trabajo honrado, con el esfuerzo digno y con el sudor de la frente, nunca con el sudor ajeno. 

Se ve a diario en diversas religiones, sectas, doctrinas y asociaciones espirituales del mundo; y no estamos exentos de esta mala práctica en LOS ESTUDIOS ASTRALES ESPIRITUALES ANTE DIOS, cuando se disfraza bajo palabras de aportes de sostenimiento estas exigencias. Peor aún, estos mal llamados aportes, terminan siendo verdaderos impuestos obligatorios, pues aquel director que no esté al día con estas cuotas, es excluido automáticamente del derecho a participar en las votaciones que marcarán el rumbo, no sólo en lo administrativo, sino en lo espiritual de la Obra, marginándolo al negarle la voz, como si la Enseñanza fuera una empresa o una sociedad comercial, no una institución espiritual. 

Así se manipula las normas y estatutos, que gran parte de los directores ayudan a crear, a modificar, a tergiversar; en la mayoría de las veces, no por conciencia, no por mérito ni amor, sino por un interés personal y mezquino que los favorezca, sólo para obtener un techo donde vivir gratis cuando le es asignado una vivienda que ha sido donada con esfuerzo y sacrificio por los seguidores de la Obra para instalar un Estudio; predio que luego termina siendo vendido sin ningún escrúpulo moral, ante el abandono por la ausencia de seguidores que sostengan su funcionamiento. 

Esto no es espiritismo, es comercio disfrazado. Por eso, exhorto a la comunidad a no entregar sus bienes, predios, ni economías a ninguna persona, director o presidente de asociación de éstos Estudios, bajo ninguna excusa espiritual; porque quien ame de verdad la Enseñanza y a sus hermanos, y tenga vocación de servicio y desee dirigir un Estudio, que lo haga con esfuerzo propio; y quien desee sostener su vida, que trabaje como cualquier ser humano honrado. 

Os digo; quien recibe dinero ajeno para sostenerse, con la excusa de dedicarse de lleno a la Obra, desvirtúa la verdad espiritual, y el que recibe sin dar trabajo justo a cambio, contrae deuda. 

HERMANOS, nos os dejéis engañar. La luz contenida en el conocimiento de esta Gran Obra espiritual, en la Enseñanza que legó el Maestro Ismael Garzón Triana, es para compartir con toda la humanidad, no para vender; es para alimentar el Espíritu, no las materias que pretendan vivir a costa de ella. Si algo entregáis, que sea conocimiento, bondad y servicio. 

No pagar, no donar. Trabajar, servir, y vivir con honra; así se preserva el legado de la Obra, así se agradece al Padre Supremo, y se honra la memoria del autor, porque el Maestro Ismael no fundó esta Enseñanza para que unos pocos vivan del trabajo ajeno de muchos. Estos hermanos están repitiendo los mismos abusos de sectas y religiones corruptas. Reciben predios en donación, piden dinero disfrazado de cuotas; luego abandonan los Estudios, venden los terrenos, y malgastan lo que no sudaron. 

No se conoce que hayan adquirido un predio con esfuerzo propio para instalar un nuevo Estudio

El que recibe para sostenerse sin trabajar, ya es indigno; pero el que vende lo donado para la Obra y lo convierte en beneficio propio, está hundiendo su espíritu y el de quienes lo permiten. Son como termitas que carcomen la madera del barco que las transporta, aún sabiendo que acabarán cayendo al fondo y se ahogarán, pero siguen royendo hasta la última tabla que las mantiene a flote. 

Si deseáis ayudar a la Obra, hacedlo con vuestra labor, con vuestro tiempo, con vuestro ejemplo, y con la Enseñanza misma; no con dinero. Nadie debe de vivir del bolsillo del hermano

El que no trabaje, que no coma. BASTA YA DE MANTENER A LOS QUE NO TRABAJAN. BASTA YA DE DONAR PARA QUE OTROS VIVAN COMO SEÑORES MIENTRAS LOS ESTUDIOS SE ABANDONAN Y LOS PREDIOS SE VENDEN

El que quiera tener un Estudio, que lo levante con el sudor de su frente; el que quiera servir a Dios, que lo haga sin pedir dinero a cambio. 

Sabed hermanos de mi espíritu que, quien done sus bienes, quien entregue su dinero, quien pague cuotas creyendo ayudar, lo único que logrará es alimentar la comodidad, la astucia y la corrupción de aquellos que no trabajan. Quien dona a sabiendas, participa del error; quien paga cuotas para sostener a otros más fuertes y sanos, cargan la misma deuda ante la Ley Divina. 

Si aún dudáis, recordad lo siguiente: ningún donativo material salvará vuestro espíritu, ninguna cuota comprará vuestra paz, ningún terreno donado te hará más justo; sólo vuestra conciencia limpia y vuestro trabajo honrado te sostendrán ante Dios. 

NO ENTREGUÉIS LO QUE TE HA COSTADO, NO AYUDÉIS A LOS QUE SÓLO VIVEN DEL ENGAÑO.

NO ES PROFECÍA, ES SIMPLE LÓGICA, DEDUCIÓN DE LAS CONSECUNCIAS DEL MAL PROCEDER… Llegará el día, y no está lejos, en que las disputas internas por los bienes que fueron donados por personas de buena fe, con esfuerzo y sacrificio, que hubieran hecho mejor obra si lo hubiesen entregado a sus familiares o a los pobres de materia y no a estos pobres de espíritu, se convertirá en el pan de cada día. Las ambiciones ocultas, las envidias disfrazadas de servicio y los intereses materiales, terminarán por enemistar y hacer que se devoren entre sí. Qué vergüenza… 

La asociación, y Estudios dirigidos por inválidos espirituales que no trabajen, que sólo vivan del esfuerzo ajeno, llegará a su fin, se acabará; y no por castigo Divino, sino por la consecuencia lógica de sus actos. 

Cuando no haya nadie que los sostenga, cuando las arcas estén vacías y los predios desaparecidos, entonces nadie querrá postularse para ningún cargo, nadie querrá “servir a Dios” con el fervor fingido de hoy, porque ya no habrá beneficios, ni viajes, ni privilegios, ni cuotas para vivir de ello. Ese será el principio del fin. 

El que quiera ver, que vea, el que quiera entender, que lo haga; porque lo que nació como alimento para el espíritu, jamás debió terminar alimentando cuerpos ociosos

Por ello hermanos de mi espíritu, si de verdad deseáis conocer, estudiar y servir en nombre de Dios a vuestros hermanos a través de esta Obra maravillosa, organizad un grupo pequeño, sincero y honesto, donde todos trabajen. Que cada uno aporte lo justo, lo necesario, únicamente para cubrir el arrendo y el sostenimiento del Estudio, sin que nadie se proclame dueño ni administrador, sin que haya hegemonías, ni favoritismos de unos sobre otros. No tengáis propiedades para la Obra, que ello desquicia vuestra mente al preguntaros; ¿Al final, quién quedará con ellas?

Bien dijo el Maestro Ismael: Lo que deja la materia, el espíritu regresa por ello

No aceptéis donaciones de bienes, ni grandes aportes de individuos que luego quieran imponer su voluntad, porque es ley; quien da mucho, termina exigiendo privilegios. 

Un Estudio puro debe levantarse con esfuerzo compartido, no con dinero ajeno, ni con intereses ocultos. Que el aporte sea pequeño, equitativo y voluntario para cubrir lo justo. El local, la energía, el agua, el aseo. Nunca para sostener personas, nunca para mantener cargos, nunca para alimentar ociosos. 

Así, el lugar será limpio, sin dueño, sin manipuladores; sólo hermanos que aman aprender, enseñar y servir con humildad; porque la verdadera grandeza de la Obra no está en los predios, ni en las cuotas, sino en la limpieza de corazón, y en la rectitud de quienes sirven a través de ella. 

El Estudio que nazca limpio, crecerá limpio; el Estudio que se funde sin intereses, permanecerá en pie cuando otros caigan

Servir, es la única forma de honrar al Maestro, y a la Obra el Padre Supremo.

Vuestro amigo, hermano y servidor,
-Héctor Fabio Cardona-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Independientemente de que vuestra opinión sea favorable o no, sobre el tema publicado; nos interesa el conocer vuestro punto de vista, pues toda evaluación que se haga dentro del marco del respeto es valiosa para nosotros porque nos ayuda a corregir errores y a mejorar los aciertos.

BIENVENIDOS.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.