lunes, octubre 19, 2020

Luz del Universo

 

¡Padre…! Me inclino respetuosamente ante tu amada presencia para presentarte mi agradecimiento por todo el bien recibido; por concederme la luz de un nuevo un día, un día más de vida en este plano Tierra y en mi materia, como oportunidad para levantar las capas oscurecidas con las cuales yo mismo he cubierto mi espíritu; y que hoy son aquellas piedras de tropiezo, aquellos sufrimientos, aquellas talanqueras que he puesto en mi camino tanto corporal como espiritual al trasgredir las Leyes en el pasado y en el presente, faltando a el respeto en diferentes formas a mis hermanos; razón por la cual he clamado vuestro permiso para encarnar y trasegar en este plano Tierra con el fin de trabajar para el progreso, para la evolución de mi espíritu, y así un día ganar tu Luz Divina Padre Misericordioso. 

Os te clamo Padre mío, me concedas la fortaleza, la firmeza de espíritu; como también la asistencia de mi Ángel Guía y espíritus benefactores para afrontar mis pruebas o mis expiaciones según mis faltas cometidas; y así poder cumplir la misión que me ha sido asignada. 

Os te pido que la Luz y el vibrar de tu Espíritu Divino sea en mi espíritu, para reconocer tus Divinos Mandatos para evitar el señalamiento, las malas costumbres, y el capricho de materia, ya que como encarnado ignoro el pasado de mi espíritu, como también las causas por la cuales me encuentro en deuda con mis hermanos.  

Concédeme Padre Misericordioso el conocimiento, la inteligencia y la sabiduría, a través del estudio, para servir a mis hermanos en vuestro nombre; y os clamo tu Divina Piedad para que éste vuestro hijo ingrato, retome el sendero de la luz para estar de nuevo a vuestro lado, cuando en un tiempo y en otro tiempo, logre limpiar mi espíritu. 

Señor; concédeme la asistencia de mi Divina Madre para que me cubra con su manto Luz, de protección y de amor, para que mi corazón esté libre de ansia de poder, libre de envidia, de malos sentimientos, pero con la frescura y el reposo que se requiere para estar en paz conmigo mismo, con todos mis hermanos, y lleno de verdadero amor por ti en todo momento; y así, en aquél instante de alegría y gozo por la intuición de mi liberación, cuando mi espíritu esté próximo a desligarse de mi materia, ser digno de invocar tu nombre Divino, llamarte Luz del Universo, reconocerte como mi Padre Creador, e implorar la protección, así como el perdón para mi espíritu por todo el mal que haya podido causar. Y antes de entregar mi armadura pasajera a este paraíso terrenal, perdonar a todos mis hermanos por el mal que haya recibido, clamar la luz para mis enemigos, para poder trascender y no quedar aferrado por soberbia ni por venganza a este plano Tierra. Y si me correspondiera por causa o por misión retornar a este plano de expiación, de sufrimiento, y prisión para los espíritus; entonces concédeme la oportunidad de prepararme en aquellas Universidades espirituales para adquirir conocimiento, ante de retomar materia, y llegar a un hogar donde puedan educarme y corregirme desde temprana edad mediante las Leyes Espirituales, las Leyes Morales, y servir con amor, con respeto, con honestidad a mis hermanos, en vuestro nombre… 

Vuestro hijo; 

Héctor Fabio Cardona

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