sábado, noviembre 27, 2021

invitación a la celebración del día de la Cosecha Espiritual


Hermanos de mi espíritu, para poder discernir como corresponde los Mandatos Divinos, los mensajes que llegan desde la altura, se hace necesario fortalecer las voluntades, fortalecer el espíritu a través del conocimiento, lo mismo que en la fe, y en el amor hacia el Padre Supremo; porque si no fortalecemos primeramente nuestras voluntades, ¿Cómo pretenderemos fortalecer entonces nuestros espíritus?

Os recuerdo que muchas de las veces los espíritus encarnan con el propósito de cumplir sus tareas, sus misiones, pero al llegar a este plano terrenal olvidamos nuestros propósitos, olvidamos el sitio de dónde hemos venido, y el sitio hacia dónde era nuestro propósito llegar, al aferrar nuestros espíritus a las pasiones, a la materialidad de un plano denso y oscuro como la Tierra, porque ante el capricho de la materia que movilizamos, el espíritu no cuenta con la ayuda necesaria para sobreponerse a las bajas pasiones y demás vicios que circundan al humano, terminando dominado, sometido y subyugados por los vicios, como también así, atraído por la fuerza de gravedad que el planeta ejerce sobre nuestro espíritu, por la densidad del Periespíritu, no logrando elevarse a planos más esclarecidos, más evolucionados, quedando prisionero por tiempos y tiempos en este plano de expiación, por confundir a Dios por otra cosa.

Por ello os digo hermanos míos, que más que por ignorancia, es por capricho que el hombre desvirtúa los Mandatos Divinos, desvía sus pasos del camino recto, y por capricho e ignorancia, el hombre no sólo se pierde así mismo, sino que pierde también a sus hermanos conduciéndolos por caminos escabrosos, por caminos confusos, por caminos de oscuridad; y digo por capricho, porque aun teniendo grabados en nuestras mentalidades los Mandatos Divinos, Las Leyes Espirituales y morales, preferimos dar paso a los instintos, al arraigo, al aferramiento de nuestra materia que ha sido conquistada por los encantos del terrestre.

El día de la COSECHA que se celebra en los ESTUDIOS ASTRALES ESPIRITUALES ANTE DIOS los 4 de diciembre, es la representación de una COSECHA ESPIRITUAL. Todo aquello que se adhiera materialmente para instituirlo a éste festejo, son tan sólo ideas, sentires, pensamientos y costumbres personales que desvirtúan la celebración de los goces espirituales.
Por lo tanto, debéis de saber hermanos de mi espíritu que, colmar en este día los Recintos de Oración con nuestro abasto, con nuestros víveres; es, no comprender la Obra ni el mensaje intrínseco y sencillo de la Enseñanza.

Este gran día de celebración y regocijo espiritual, representa para cada MÉDIUM, lo que aquella graduación lo es para el estudiante en lo corporal, que luego de culminar un año de instrucción es evaluado por el profesorado, y según sus logros obtenidos, será promovido al siguiente grado, y así asistir a la graduación para recibir los reconocimientos de acuerdo a su desempeño, a la honestidad y dedicación que le permitieron subir un peldaño más en la escala del aprendizaje, del intelecto corporal.
Por lo tanto, la celebración de la COSECHA ESPIRITUAL es para cada Médium o Estudiante Astral-Espiritual, la culminación de un año de labores representadas en prácticas espirituales, en el estudio de las Leyes Espirituales, en investigación; pero no investigación a el espíritu de nuestros hermanos, si no investigación de las Leyes Espirituales, y en abnegación, según el servicio que hayamos prestado a la humanidad; pero sobre todo, por el ejemplo de su excelente comportamiento moral, dentro y fuera de los Estudios, como único medio de preparación para adquirir facultades espirituales esclarecidas, y el conocimiento profundo de los Mandatos Divinos, para poder prestar el servicio a nuestros hermanos como verdaderamente corresponde, según las labores asignadas en la Enseñanza, y no como nos parezca, ya que lo emanado de una fuente impura en lo espiritual, viene a ser en lo corporal, algo así como medicamentos alterados, que en vez de curar o sanar, agravan al enfermo.

Para esclarecer nuestras mentalidades, se hace necesario fortalecer las voluntades, la fe, y abrir el corazón con verdadero amor, ya que muchos no aportamos durante el año, ni aún durante esta celebración, ni siquiera un pensamiento de reconocimiento ni agradecimiento a aquella LUZ DEL UNIVERSO que es nuestro Padre Eterno, por concedernos sus bondades y la Enseñanza a través de sus mensajeros; como tampoco clamamos ante Él, con amor por nuestros enemigos, ni mucho menos perdonamos de corazón a nuestros hermanos por los agravios recibidos.

Os digo hermanos de mi espíritu que la COSECHA ESPIRITUAL no es la PRESENTACIÓN de nuestras despensas en los Recintos de Oración, no es un ágape, como tampoco una danza dentro de los Estudios, porque estaríamos rebajando a la vulgaridad de lo material, lo que es esencia espiritual. Esto no quiere decir que no presentemos respetuosamente ante el Padre Supremo, el Pan, el Trigo, el Vino y el fruto de la Vid, para dar gracias por el alimento corporal y espiritual que nos concede a diario, y para celebrar este magno evento con los asistentes, lo mismo que para dar el agradecimiento a aquél gran Maestro Isidro el Labrador, siempre presente en estas labores, por su asistencia en la agricultura desde lo espiritual, y por hacer posible el deleite de aquellos néctares de aquellos frutos que concede la Madre Tierra, la Madre Naturaleza al hacer germinar aquellas raíces para la alimentación digna, no para la glotonería ni para saciar los apetitos groseros de la materia.

Hermanos, debemos de entender, de comprender por lógica y razón, que dentro de un Recinto Espiritual, la cosecha de los frutos que han de presentarse ante nuestro Padre Celestial, son las virtudes, las facultades espirituales obtenidas mediante el estudio, mediante el trabajo espiritual realizado con HONESTIDAD; así como el servicio prestado a nuestros hermanos con INDULGENCIA, con RESPETO, con BENEVOLENCIA, con CONOCIMIENTO DE CAUSA, con FRATERNIDAD, con CARIDAD y PIEDAD, para recibir como premio los GALARDONES ESPIRITUALES ante la tarea realizada, ante el deber cumplido; y así poner aquellas facultades al servicio de la humanidad con amor y sin egoísmo, y no como medio de orgullo que inflen los egos ya de por sí muy robustecidos entre nosotros los encarnados. Por lo tanto, no debemos de enorgulleceros por una facultad, por una virtud que nuestro Padre Celestial nos conceda tras nuestra labor, porque sin la participación de los Espíritus, nada podríamos ver ni escuchar ni trasmitir a los humanos desde el mundo espiritual; puesto que son los Guías, éstos nuestros hermanos Maestros, que con sus fluidos y con el permiso del Padre Supremo, interactúan con los facultados para hacer posible las comunicaciones a través de nuestra mediumnidad; como también son aquellos Maestros quienes siembran en nuestros corazones y en nuestras mentalidades las buenas semillas del amor, de la paz, de la humildad, de la verdadera fraternidad, del amor a nuestro Padre y el amor a nuestros hermanos; son ellos los sembradores de los grandes ideales espirituales para que cada uno lo capte, los escuche y los discierna como realmente deben de ser entendidos, porque cada nota vibra para cada uno de mis hermanos en diferente forma, pero trayendo cada nota el mensaje que necesita para el esclarecimiento de cada espíritu.

De igual forma, nosotros como trabajadores de la Obra de nuestro Padre, somos los sembradores en los corazones, en las mentalidades de nuestros hermanos simpatizantes de la Enseñanza, los cuales cosecharán también en ese día de celebración, los frutos, según las virtudes obtenidas por su esfuerzo realizado con honestidad.

RECOGED LAS SEMILLAS QUE YO HAGO LLEGAR Y NO LAS DESPERDICIES, CULTÍVALAS POR EL BIEN DE LA HUMANIDAD” Dijo nuestro amado Maestro Ismael Garzón Triana.

Entonces, sabed hermanos de mi espíritu que, si no vibramos en armonía con nuestro Padre, si no vibramos en armonía con aquellas fuerzas Radiantes y Divinas, no podremos llamarnos trabajadores de la Obra de mi Padre. Tenemos que vibrar al unísono en amor y fraternidad, en respeto y amor a mi Padre, y amor y respeto a nuestros hermanos. Debemos de vibrar en la nota sublime del reconcilio, del perdón y del amor, y no solamente perdonar por ostentación; si no antes, pedir perdón a nuestro Padre, y perdón a nuestros hermanos, porque en verdad son muchas las causas que cada espíritu trae a este plano terrenal; y es mucho lo que se tendrá que trasegar para poder levantar el vuelo con alas livianas, limpias y puras, como cuando un día nuestro Padre nos lanzó como espíritus a el espacio.

Si hemos comprendido el verdadero sentido de éstas palabras, entonces ya sabremos hermanos de mi espíritu, lo que es una COSECHA ESPIRITUAL, y los galardones que cada uno recibiremos o no, en este día de celebración espiritual, de acuerdo a nuestros esfuerzos, rectitud, honestidad y pulcritud con la que hayamos actuado y servido durante el año a nuestros hermanos en el nombre del Padre Supremo.

La COSECHA ESPIRITUAL más concretamente, es el florecimiento de las facultades espirituales, intelectuales, sobrenaturales, para ponernos en contacto con la parte Divina.

Liberemos nuestras mentes de aquello que no corresponde, y entonces liberaremos también nuestro espíritu.

(…) “Todo ser humano está lleno por todos los lados de espíritus imperfectos que conducen por el mal camino; así que todo amador de Dios debe hacer que su espíritu se limpie de las capas del pasado para que evolucione, y gane las escalas, que son los planos que deben ascender. Para esto debe acogerse a una verdad y despegarse poco a poco del terrestre, prestando colaboración a todo aquél que la necesite, inclusive al propio enemigo, porque un esfuerzo vale por muchos.

Entregarse a la tarea como un servidor de Dios haciendo el bien, pero sin recordar el favor que se hace, queda escrito y nadie lo puede borrar; por esto que se haga recibirá el pago, PORQUE DE LO QUE SIEMBRES, DE ESO SE COGE LA COSECHA
Nos orientó nuestro amado Maestro Ismael Garzón Triana.

Entonces os pregunto y me pregunto a mí mismo; según nuestros esfuerzos, nuestras obras y dedicación; ¿Qué hemos cultivado durante este año para cosechar y presentar en ese día al Padre Supremo?

Recordad hermanos de mi espíritu que asistiremos ese día a la entrega de nuestras notas; unos recibirán notas armoniosas engalanando sus espíritus con el colorido de la luz del plano que les corresponde, y otros recibiremos notas quizás un poco discordantes ante el incumplimiento de nuestro deber…

Vuestro amigo, hermano y servidor,
-Héctor Fabio Cardona-
Santiago de Cali, noviembre 24 de 2021