Sentencia de una muerte infame

 

PREGUNTO A LOS HONORABLES MIEMBROS DE LA CORTE CONSTITUCIONAL…

¿Cuál fue el delito que cometieron, de qué acusáis a éstos hijos de nadie aquí en la Tierra, pero hijos de Dios, el Padre Supremo creador de todo cuanto existe, cómo para decretarles la pena de muerte? ¿Cómo os atrevéis a autorizar el arrebato de una vida que no habéis creado ni podréis llegar a crear, porque no podéis dar vida ni a un mísero gusano? ¿Cómo os sentís actuando con doble moral al defender la vida de un animal -nuestros hermanos menores, con lo que tampoco estoy de acuerdo- y al tiempo, ejecutar a quienes podrían ser vuestros propios familiares del pasado o de vuestras vidas ulteriores? ¿Qué argumentos podéis brindar para salvaguardar la vida de unos, y disponer de la de otros según vuestro criterio?

Seguramente diréis; no fuimos los ponentes de la Ley. Pero os digo, así como tuvisteis el poder de legitimar, también tenéis ese poder para deslegitimar esta crueldad.

Sabed que algún día ya no vestiréis vuestra toga ni recorréis los pasillos ni los salones del gran poder terrenal; entonces, cuando más desvalidos estéis, os cobijará la misma injusticia que hoy habéis refrendado sin consultar con el PUEBLO mediante el Referéndum. Razón por la cual deberíais de tomar conciencia sobre el hecho de saber que, hasta hoy bien que conocéis el camino que habéis andado, pero no el que andaréis. Con base en aquella reflexión, os exhorto a construir vuestros caminos futuros menos pedregosos, para que cuando os llegue el momento de transitarlos, no hiera tanto vuestros descalzos y envejecidos pies.

No os creáis dioses porque sois simples mortales, y ciertamente un día os presentaréis ante Aquella Majestad Divina para dar cuenta de vuestros actos; y sabed que allí, en nada se os tendrá en cuenta vuestra túnica arrogante, sino la Humildad, el Respeto y la Caridad de vuestros actos.

Hombres materialistas, desconocéis las Leyes Perfectas de Dios, y os acomodáis a la imperfección de las Leyes de la Tierra…

En la legislación colombiana, en la “Corte Constitucional” con 5 votos a favor y 4 en contra, a los NO NACIDOS, quienes, sin haber tenido la oportunidad de hacer el bien, como tampoco así el mal; se les ha vulnerado sus derechos fundamentales a la vida, y les ha sido decretada, cuales reos ausentes, la infame PENA DE MUERTE; que además de ser inconstitucional, les negaron también el derecho a la legítima defensa.

Se juzga, se condena, y se ejecuta el castigo a pesar de que nuestra Carta Magna dice lo siguiente:

DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES:

Artículo 11. El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.

Artículo 12. Nadie será sometido a desaparición forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 13. Todas las personas NACEN LIBRES e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica…

NO COMPRENDO ESTE DESATINO; pero si aún hay algo que pueda hacerse legalmente por la vía jurídica, y si a aquellos hermanos de la gran toga, los ciñe también el brazo de la Ley para impedir, para abolir esta atrocidad, entonces ruego a algún JURISTA presente, me ayude a interponer una Acción en contra de esta disposición, si es procedente para este fin; porque AÚN EL HERMANO MÁS CULPABLE, TIENE EL DERECHO A DEFENDERSE…

No acuso, no juzgo; sólo defiendo la vida de un ser, de un hermano en espíritu que viene a cumplir su misión; y que tan inocente en lo corporal como la misma femenina que lo gesta en su vientre, en algunos casos en contra de su voluntad; os digo, a ambos hermanos les asiste el Derecho Constitucional a la vida y a la defensa, así una vez nacido lo entregue en adopción.

Padre Celestial, que estas palabras haga eco en la mentalidad de mis hermanos.

Vuestro hermano, amigo y servidor,

-Héctor Fabio Cardona-