viernes, septiembre 11, 2020

Virtudes o vicios?

 


Cada quien mueve su mano conscientemente hacia el bien o hacia el mal según el conocimiento que le asista, según su adelantamiento moral, según la evolución de su espíritu. Pero sin duda alguna, es bajo el libre albedrío que se llega a la acción, a la ejecución de un pensamiento, pudiéndoos decir con base en ello, que hay infinidad de hermanos que sin ser espíritas ni pertenecer a una casa de Oración del Padre Supremo, sin tener el estudio de las Leyes Espirituales, ni contar con la guía, la orientación de los Maestros custodios de las enseñanzas, éstos hermanos rebosan en Comprensión, en Amor, en Caridad, en Bondad, en Benevolencia, en Tolerancia, en Piedad hacia sus hermanos.

Y os digo, no es precisamente o solamente por lo aprendido o por lo realizado en esta cruzada, porque no se llega de la noche a la mañana a esa condición moral y de amor al prójimo; es el bagaje de sus espíritus, es el conocimiento adquirido con presteza, es el resultado de la nobleza, del sacrificio que se hace en beneficio de sus hermanos, que los han conducido a la práctica de la Caridad. Es el resultado de sus buenas acciones en su trasegar del ayer, que se manifiestan en el presente con bondad. 

Por lo tanto podéis deducir fácilmente que lo que vivís en vuestra vida presente en felicidad o en desdicha, en salud o en enfermedad, en mezquindad o en altruismo, en conocimiento o en ignorancia, en servicio o displicencia, en honestidad o en falacia, en humildad o en orgullo, etc., es el reflejo de vuestras vidas precedentes; porque así como vuestra actual condición de vida con los vicios con los que os dejéis opacar, o en su defecto, con aquellas grandes virtudes que adquiráis y logréis cultivar, será el aporte, la semilla del sustento para vuestras vidas ulteriores.

Cuando un hermano se retroalimenta constantemente con buenos pensamientos, que es ejemplo dentro y fuera de los Templos a través de su actuar transparente ¿Quiénes creéis que lo asisten espiritualmente? Pues espíritus elevados, espíritus esclarecidos, espíritus evolucionados que se sitúan en la misma franja vibracional para que haya el anclaje espiritual, en afinidad, en sintonía con su condición moral para orientarle, para ayudarle de acuerdo a su empeño, de acuerdo a su compromiso, a su responsabilidad ante el cumplimiento de su misión; entonces, a medida que ese hermano lucha para salir adelante, que se reconciliaque perdona las ofensas por la ignorancia de sus hermanos; este se equilibra, se armoniza, y redirecciona su actuar, ajustándose a las Leyes morales y Espirituales, dignificándose, liberándose poco a poco de las ataduras que lo ligan a la ignorancia por falta de conocimiento y por los vicios que lo aferraban a la materialidad. Y en la medida que fortalezca su voluntad, su libre albedrío entrará a operar como herramienta esclarecedora, trabajando más para el logro de una virtud, que para desembarazarse de un vicio; porque ya no está en función de la puerilidad ni de la pereza, sino en disposición constante de servicio hacia sus hermanos sin cuestionar, sin detenerse más, que para reflexionar y clamar la fortaleza, la fuerza de voluntad, sin importar si ése cumplió y aquél no; porque cumpliendo los mandatos, sobre poniéndose a las talanqueras emplazadas en su camino, brindando apoyo al hermano que se encuentra en el fango y al propio enemigo, da principio a su emancipación, a la elevación espiritual mediante la humildad y benevolencia con la que trate a los desamparados y aún al soberbio. 

Pero cuando ese hermano decide por capricho hacer lo contrario; su mentalidad empieza a abrumarse con pensamientos nocivos de bajas pasiones, dando paso al sentimiento infame de la envidia al dejarse arrastrar por la pereza, por el orgullo, la soberbia, la mentira y la hipocresía; entonces este hermano es fácilmente conquistado por los vicios latentes en el ser humano, pudiendo decir con seguridad hermanos míos; que es el actuar predominante del espíritu que aflora en su presente cruzada, al entregarse a los goces desenfrenados que hoy reconoce evocando con cierto placer el recuerdo del ayer, y complaciéndose nuevamente hoy, con aquellos actos lascivos a su propio espíritu por falta de voluntad y de firmeza para vencer sus malas inclinaciones, es un hermano que pierde la oportunidad de limpiar su espíritu. 

Puede suceder también; que decida no luchar y encubrir sus errores colocándose el antifaz de la benevolencia, fingiendo una moral que no lo asiste aún, mostrándose caritativo ante sus hermanos sólo para lograr sus mezquinos intereses, cuando en verdad no tiene caridad ni consigo mismo debido a su rebeldía, a su incapacidad de brindar amor por la falta de disciplina y firmeza para sustraerse de todo aquello que lo aleja de la moral, y por ende, del sendero espiritual. 

No soy juez ni verdugo, tampoco he de señalar a ninguno de mis hermanos; simplemente os comparto con respeto, con fraternidad hacia vosotros, mis experiencias a través de esta orientación, de este esclarecimiento sobre lo que es un proceder, un actuar egoísta alejado de los mandatos Divinos. Nadie está exento de cometer errores.

Con respeto a lo anterior; hoy me pregunto lo siguiente:

¿De qué vale el recipiente reluciente por fuera para mostrar una aparente pureza, una pulcritud inexistente, un verbo elocuente plagado de palabras gloriosas, si el interior se encuentra oscurecido por el orgullo? 

Os digo; “A mayor saber, mayor responsabilidad”.

Si el interior de un ser humano está sucio, tal y como sucede con el interior de un recipiente que, aunque en su exterior se encuentre limpio y reluciente; os pregunto: ¿qué beneficio puede aportar el depositar bálsamos, esencias, o virtudes en él? Es lógico que se desvirtuarían, se contaminarían tal y como sucedería con un mensaje permitido por el Padre Supremo para transmitir por intermediación Mediúmnica de quién en su interior albergue orgullo, soberbia, egoísmo, envidia, despotismo, falsedad, o recelo; ése vibrar, ése mensaje también se desvirtuaría por la falta de preparación, de conocimiento y de honestidad; porque aunque nos cubramos con ropajes blanquecinos relucientes, ha de comprenderse que “El hábito no hace al monje”, cierto es, que bien puede diferenciar a un hermano como dirigente o como representante de una enseñanza ante una comunidad, pero su sentir bien puede estar a leguas de distancia de la verdadera esencia de aquello que representa y que expone a sus hermanos como verdad, si no hay amor, si no hay humildad, si no hay honestidad. 

"Os digo que los fluidos que emanan de una fuente impura, son algo así como medicamentos alterados". Ya sabréis comprender estas palabras…

Pero quien posee las virtudes esclarecidas por el amor, la justicia, la humildad y el conocimiento verdadero, siempre tendrá la dulzura en sus labios; y aunque carezca de palabras insignes, siempre tendrá disponible un abrazo, un mensaje fraternal, un mensaje de fortalecimiento para entregar a sus hermanos, aunque no porte uniforme; ¿y sabéis por qué? Porque porta lo más importante; la insignia del amor.

Entonces para ser llamado trabajador de la Causa Divina, ha de contarse con la preparación adecuada, tanto física, mental y espiritualmente, para que haya una verdadera ablución, una depuración interior para poder identificar y combatir los vicios que cubren a el espíritu. Porque como dijo el Maestro Gandhi... 

Nadie puede hacer el bien, en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro". La vida es un todo indivisible. 

Es menester también, el estudiar para adquirir el conocimiento que permita transmitir verdades con bases firmes y no pasar por leguleyo; además de trabajar en favor de los necesitados, debe hacerse siempre en el nombre de aquella Majestad Divina con amor, con honestidad, con respeto hacia todo y hacia todos, para que esa semilla, ese conocimiento que se anhela transmitir, tengan bases sólidas, porque son el soporte del verdadero conocimiento de las Leyes Morales y Espirituales del Padre Supremo.

No se debe colocar la lámpara debajo del celemín”  

Dijo el Maestro de Maestros; el humilde Jesús del Galilea.

Ya a esta altura debe de comprenderse bien, que no hay que despreciar a ningún hermano, pues os recuerdo que son muchos los espíritus esclarecidos, evolucionados que encarnan en materias humildes; que en cualquier momento pueden presentarse en las casas de oraciones del Padre Supremo como humildes seguidores. 

¿Sabéis cuántas posibilidades existen en que seáis visitados en espíritu y materia en vuestros Templos de Oración por un Maestro? Os digo que son infinitas las posibilidades, y que quizá vosotros hayáis tenido ya, una visita egregia, y no os hayáis enterado.

Alejaos del orgullo y de la dureza de corazón para que no suceda lo que aconteció con aquél gran profeta que era esperado nuevamente como Elías, presentándose como el humilde JUAN EL BAUTISTA; y ya todos sabéis cómo le tratamos. 

Agudizad vuestro oído al compás de estas palabras, y discernid sobre su trasfondo. 

Sí el interior de aquél recipiente se conserva siempre limpio, si siempre está puro, si siempre está desinfluenciado por así decirlo; entonces ya no os preocuparíais en demasía por lograr su brillo exterior. Tal acontece con vuestro Templo de Oración y con vuestro templo corporal; si todo está limpio, ordenado, bañado y esclarecido por las aguas de la verdad, de la fe razonada y del actuar honesto; os aseguro que todo lo que en vuestros recipientes depositéis, actuará desde adentro hacia fuera, adquiriendo la virtud de transmitir transparencia, honestidad, amor, verdad, humildad, fraternidad y lealtad inquebrantable ante la Divina Causa, aunque no os engalanéis con finas aromas ni colores purpúreos. Entonces ya evaluaríais, si es el hábito blanquecino con el que os envestís temporalmente para laborar; o si son vuestros nobles sentimientos, vuestros buenos hábitos, lo que os permite aquél vibrar, aquella comunión, aquel anclaje con la Patria Espiritual, para recibir como respuesta a vuestras súplicas, los beneficios que clamáis al Padre Supremo, para vuestros hermanos.

Héctor Fabio Cardona.


1 comentario:

  1. Hola, Enhorabuena por el blog!! Me parece muy interesante su contenido, y el gran trabajo que hay tras el, me asombra el que no tenga comentarios, parece que la gente de hoy no ama el saber... Saludos

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