Alimentación carnívora...


(…) Todo el tiempo hablamos de amor, de caridad, de perdón y de respeto hacia nuestros hermanos y hacia las distintas Rectorías, con la intención de desligarnos de las deudas del pasado para hacer méritos y poder evolucionar como espíritus y salir de esta prisión; y aunque conocedores somos de las Leyes Espirituales, la HIPOCRESÍA Y LA DOBLE MORAL con la cual solemos actuar día a día, nos hacen sordos, ciegos, crueles e inhumanos, impidiéndonos dar cumplimiento a aquellas nuevas Leyes para el futuro; y peor aún, complacidos en la comodidad de los errores del pasado, preferimos continuar aferrados a las bajas pasiones “imaginando” ser trabajadores de una Causa Divina; Pero os digo; la Causa de mi Padre es imparcial y no excluyente, por lo cual conlleva e impele a toda consciencia a proteger y a respetar toda su creación sin preferencia alguna, porque todo ser viviente tiene espíritu, y al igual que el hombre en las edades de los tiempos, los demás seres también llamados nuestros hermanos menores, marchan en su destino triunfal hacia la evolución, tal y como dijo el Maestro León Denis “EL ALMA DUERME EN EL MINERAL, SUEÑA EN EL VEGETAL, EN EL ANIMAL SE AGITA, Y EN EL HOMBRE DESPIERTA

Entonces pregunto ¿Dónde está el amor a mi Padre? ¿por qué se dice Dios mío, yo amo a Dios, si en verdad no se siente el anhelo de volver a Él? ¿Dónde está el estudio? ¿Dónde está el supuesto conocimiento de las “CAUSAS” de las que tanto presumimos conocer?

Sólo sé, que mientras alzamos una mano pretendiendo “mostrar” las escrituras y las Leyes a la multitud, con la otra nos asimos con más fuerza a los encantos del terrestre. 
Hermanos, es hora de definir realmente qué somos, y lo más importante, qué queremos ser…
 
Si por éstas mis palabras sustentadas en las Leyes y mandatos Divinos hais de ofenderos; seguid vuestro camino hermanos que no os señalaré por ello ni por dejarme solo, pero si las atesoráis en vuestros corazones y reconocéis verdad en ellas; entonces nuevamente os doy la bienvenida hermanos de míos, para que juntos nutramos nuestros espíritus con la siguiente enseñanza. 

Héctor Fabio Cardona

JESÚS LIBERA A LOS ANIMALES

Aconteció un día, al terminar Jesús Su predicación, que en un lugar cerca de Tiberíades, donde hay siete fuentes, un joven trajo conejos vivos y palomas, para que Él los comiera con Sus discípulos.
Y Jesús miró al joven con amor y le dijo: “tienes buen corazón y Dios te iluminará, pero, ¿no sabes que Dios en el principio dio al hombre para alimento los frutos de la tierra y no por eso lo creó inferior al mono o al buey, al caballo o a la oveja, para que matara a las demás criaturas y consumiera su carne y su sangre?”

No matarás, no comeréis la carne de vuestras víctimas inocentes, para que no lleguéis a ser esclavos de satán, porque esa senda es la senda del sufrimiento y conduce a la muerte. Mas haced la voluntad de Dios para que sus ángeles puedan serviros en el camino de la vida. Por lo tanto, obedeced las palabras de Dios. 

He aquí, os he dado toda hierba que lleva simiente, que está sobre la faz de la tierra; y todo árbol en el que hay fruto que da simiente; esto os servirá por carne. Y para toda bestia de la tierra y para toda ave del aire y para toda cosa que se renueva sobre la tierra –donde hay aliento de vida, he dado toda hierba verde en vez de carne. Y así fue. Y la leche de toda bestia que se mueve y vive sobre la faz de la tierra será carne para vosotros, así como le he dado a los animales hierba verde, así doy a vosotros su leche. Pero la carne y la sangre que le dan vida, no la comeréis.

“Vosotros creéis que Moisés ordenó justificadamente que tales criaturas fuesen sacrificadas y comidas, y así hacéis en el templo; pero ved que hay aquí –y viene– alguien más grande que Moisés, para terminar con los sacrificios de sangre de la Ley y los festines y para restaurar la ofrenda pura y el sacrificio incruento, como era al principio, es decir, los granos y los frutos de la tierra”.

“Poned, pues en libertad a estas criaturas, para que se alegren en Dios y no traigan culpa a los hombres” El joven las liberó y Jesús rompió sus jaulas y sus cuerdas.
Sin embargo, he aquí que temían ser cautivadas de nuevo y no querían irse de su lado; pero él les habló y les dijo que se fueran, y obedeciendo sus palabras se marcharon llenas de alegría”. 

¡AY DE LOS CAZADORES!

Mientras Jesús caminaba con algunos discípulos, se encontró con un hombre que adiestraba perros para la caza de otros animales. Y dijo al hombre: “¿Por qué haces esto?” Y el hombre contestó: “porque vivo de ello; pues, ¿qué utilidad tienen estos animales? Estos animales son débiles, en cambio los perros son fuertes”. Y Jesús le dijo: “te falta sabiduría y amor. He aquí que cada criatura que Dios ha creado tiene su sentido y finalidad. Y ¿quién puede decir que hay de bueno en ellas y qué utilidad tienen para ti o para la humanidad?”

“Y para tu sustento: ¡contempla los campos, ¡cómo crecen y son fértiles, y los árboles que dan fruto y las hierbas! ¿Qué más quieres que lo que te da el honesto trabajo de tus manos? ¡Ay de los fuertes que hagan mal uso de su fuerza! ¡Ay del astuto que dañe a las criaturas de Dios! ¡Ay de los cazadores!, pues ellos mismos serán cazados”.

Y el hombre quedó muy admirado y abandonó el adiestramiento de los perros para la caza y les enseñó a salvar la vida, mas no a destruirla. Y aceptó las enseñanzas de Jesús y se convirtió en discípulo Suyo. 

PALABRAS DE JESÚS CONTRA EL COMER CARNE

“¿No está escrito en los profetas?: ¡cesad vuestros sacrificios de sangre y vuestros holocaustos! Dejad de comer carne, pues no hablé de ello a vuestros padres ni se lo ordené, cuando les saqué de Egipto. En cambio, esto les ordené:
Obedeced Mi voz y andad por los caminos que os he mandado y seguiréis siendo Mi pueblo y os irá bien. Pero ellos no estaban dispuestos y no obedecieron”.

“Y ¿qué os ordena el eterno, sino que practiquéis la justicia y la misericordia y andéis humildemente con vuestro Dios? ¿No está escrito que al principio Dios determinó los frutos de los árboles, las semillas y las hierbas para alimento de toda carne?

Pero ellos han convertido la casa de orar en una casa de ladrones y, en vez de hacer una ofrenda pura con incienso, han manchado mis altares con sangre y comido la carne de los animales sacrificados.
8. Pero Yo os digo: no derraméis sangre inocente ni comáis carne. Sed rectos, amad la misericordia y haced justicia, y vuestros días perdurarán largamente en la tierra que habitéis”

Jesús del Galilea...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Independientemente de que vuestra opinión sea favorable o no, sobre el tema publicado; nos interesa el conocer vuestro punto de vista, pues toda evaluación que se haga dentro del marco del respeto es valiosa para nosotros porque nos ayuda a corregir errores y a mejorar los aciertos.

BIENVENIDOS.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.