viernes, octubre 14, 2022

¿Por qué tanta apatía conla Obra Estudios Astrales Espirituales Ante Dios?


Así como nadie puede plasmar nuevas palabras sobre papel ya escrito; así mismo no podemos edificar nuestro nuevo hogar sobre terreno ya construido.

Para realizar tal cosa, es preciso borrar para escribir nuestras propias líneas, y derrumbar lo que, con cimientos débiles por las imprecisiones, otros edificaron en nosotros.

El buen constructor busca preferentemente un terreno limpio; pero a falta de ello, limpia, realiza un barrido excavando profundamente retirando todo aquello que pueda impedir una excelente cimentación, porque si construye sobre los restos de una edificación desgastada, su obra sucumbirá y se hundirá.

Acaso no dice el Maestro Ismael en su Obra:
Cual camino lleno de vacíos, en el cual hay que construir las gradas para pasar; pero gradas bien construidas, porque si el material es malo, se puede derrumbar

Entonces hermanos de mi espíritu, no me juzguéis por mi forma de decir las cosas; pues mi único deseo es alzar el tono de mi voz para que caigáis en cuenta que, si no modificáis vuestra forma de pensar, seguiréis nadando en contra de la corriente en aquel mar de confusión y distracción, producto del vacío espiritual, y de las bagatelas con las cuales el humano llena su mentalidad, y por ende su vida, sin dejar tiempo ni espacio para el verdadero conocimiento espiritual. Si realmente es vuestro deseo estudiar las Leyes Espirituales, os ofrezco mi tiempo y disposición para apoyaros, para ayudaros a realizar tal cosa.

Lo que invertiré en este nuevo proyecto es uno de los bienes más preciados y escasos con los que cuenta el ser humano; el TIEMPO. Y si yo estoy dispuesto a compartirlo con vosotros y vosotros conmigo vuestro muy preciado tiempo, entonces no hay lugar para la terquedad ni el capricho, pues nadie puede obligar a alguien a realizar un cambio en su vida, sin violentar su libre albedrío.

Entonces, si vosotros, el que así lo deseé y de verdad quiera participar sin avergonzarse de compartir la Obra del Maestro Ismael, ni avergonzarse de ser visto como mi amigo a pesar de saber que todos somos hermanos como hijos de un mismo Padre Creador de todo cuanto existe, si realmente estáis dispuestos a no perder vuestro tiempo ni hacer perder el mío, BIENVENIDOS a este nuevo espacio. Pero si, por el contrario, veis que os resulta dificultoso desligaros de vuestras viejas ataduras, si para vosotros es más importante el escenario del bullicio, de la algarabía, de la farándula, del mar de grupos y amigos a los que pertenecéis pero que no conocéis realmente; si para vosotros es más importante otros conocimientos que aquel al que pedís ingresar libremente; entonces os sugiero quedaros en donde estáis, que yo seguiré participando a mis hermanos la Obra Estudios Astrales Espirituales Ante Dios, aunque no estéis como contactos del perfil en donde he venido publicando la Enseñanza.

Por tal razón veréis que, a modo de respeto, he eliminado casi todos los contactos en Facebook; pues nunca participan, y ello lo tomo como si estuviesen a la fuerza en un sitio donde no quieren estar. Esto me da vergüenza porque no quiero que, por pena, mis hermanos pierdan su tiempo, pudiendo invertirlo de mejor manera donde realmente se sientan a gusto, y donde estén seguros de alcanzar el discernimiento que aquí no han podido encontrar.

No es necesario que un hermano participe impartiendo conocimiento para estar en el grupo; basta con su deseo de aprender; pero sin dar mal ejemplo en sus publicaciones. Tampoco es necesario que esté publicando en todo momento la Enseñanza; pero os digo hermanos de mi espíritu, que si no hacéis, no deshagáis tampoco, porque no es correcto hablar en un espacio de nuestras vidas de amor, justicia y paz, mientras por otro lado incentivamos el odio y la persecución, haciendo la guerra a quienes no piensan como nosotros; pues hacer tal cosa, es una burla y un irrespeto para los preceptos de la Obra Estudios Astrales Espirituales Ante Dios, cuya base y fundamento es el RECONCILIO y el PERDÓN.

Si os avergonzáis de esta humilde Enseñanza, no podréis ser capaces de sembrar y menos de cosechar; pues la cosecha para que no se malogre, ha de entregarse a nuestros hermanos, y ciertamente no comprendo cómo puede hacerse tal cosa cuando no hay amor ni voluntad ni regocijo en compartir el legado del Maestro Ismael.
No os digo que no podéis conocer, aprender de otras enseñanzas porque sería un fanático si esto dijere o hiciere; pero el acto de ESTUDIAR, demanda esfuerzo, dedicación, consagración. Lo demás, es simple curiosidad.

Hermanos de mi espíritu, nunca debéis de confundir una persona espiritualista que, a fuerza de leer, de andar aquí y allá acumula una serie de saberes, con un espiritista, con un estudiante de una filosofía espiritual, cualquiera que esta sea, porque se centra en el estudio hasta alcanzar el discernimiento de la Leyes Espirituales, de los Mandatos Divinos, mientras el otro no echa raíces en ningún lado.

Sabed entonces que, “Los hay quienes solo hablan para ser oídos, y los hay quienes saben llegar al corazón al ser escuchados…”

No os sintáis excluidos ni que estoy indispuesto con ninguno de vosotros, ni que os juzgo ni señalo al haberos eliminado de este perfil; sólo, que llegó el momento de definirnos como verdaderos sembradores de la Obra que el Padre Supremo concedió para el bien de la humanidad por intermedio del Maestro Ismael Garzón Triana; y que, en potestad de vuestro libre albedrío defináis también ¿En cuál de los muchos huertos de aquella Majestad Divina, queréis sembrar, cultivar y cosechar?

Entonces, todo aquel que realmente quiera estudiar bajo estos preceptos; seáis NUEVAMENTE BIENVENIDOS a este espacio.

Os doy mi agradecimiento,
-Héctor Fabio Cardona-

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